jueves, 31 de enero de 2019

LA EXTRAÑA ALOPECIA DE LA OCASIÓN

- !Rápido niño !, !La ocasión la pintan calva!

Y diciendo eso, lo agarró de la mano y llevándose al niño casi arrastras, comenzó a correr cuesta abajo por la ladera esquivando árboles, saltando piedras y arañándose con los matorrales en dirección al sonido de aquel motor hasta que llegados a una pista forestal, el abuelo a riesgo de que aquello le atropellara por falta de visibilidad, se plantó valientemente delante de los faros del enorme tractor con las manos en alto, obligándole así a parar.

Hambrientos y agotados habían estado horas caminando y cuando la luz del corto día empezaba alarmantemente a menguar, el abuelo, que iba disimulando su creciente inquietud, le había dicho esto gritando a tano al oír en la lejanía del fondo del valle un motor que se acercaba

 Una repentina niebla con la que el tiempo cambiante del otoño había convertido el espeso bosque en una masa blanca y algodonosa que hacía imposible toda orientación, y había hecho que se perdieran en aquellas montañas mientras recolectaban setas.

Los dos, abuelo y nieto, cansados pero satisfechos viajaban ahora de vuelta al pueblo tumbados sobre los troncos del remolque de un tractor maderero, soportando con gusto el duro traqueteo de los profundos baches de la pista forestal. 

-¿Calva abuelo…?, ¿Quién era "La Ocasión" Yayo…?, ¿Quién la pitaba así tan fea… ? ¿ Y por qué has dicho eso cuando hemos oído el tractor…?

Ahora Tano, repuesto milagrosamente por la excitación de la aventura en apenas unos minutos, ametrallaba sobre los troncos al sudoroso y extenuado abuelo con un torrente de preguntas sin ni siquiera darle tiempo al pobre hombre para pensar las respuestas.

-Tano, es dicho muy antiguo. Los romanos tenían una diosa llamada Ocasión, es decir la Oportunidad o la Suerte, a la que pintaban como una mujer hermosa y desnuda, viajando veloz encima de una rueda impulsándose con dos alas en la espalda.

-¿Y por qué la pitaban calva abuelo… ?, yo no he visto nunca una mujer calva…

-Mira Tano, respondió el abuelo haciendo acopio de paciencia, La pintaban así para indicar que las ocasiones buenas pasan rápidamente y además, no era calva del todo, solo por la parte de atrás de la cabeza, por la parte de delante llevaba unas melenas rubias rizadas y preciosas.

- ¿Y por qué esos romanos la pintaban tan guapa por delante y tan fea por detrás abuelo?

El importunado abuelo que con la sabiduría rural de un "Sancho" de Cervantes se solía expresar con dichos y refranes, tras liarse trabajosamente un cigarro de tabaco para que le diera tiempo a pensar, lo encendió parsimoniosamente y le dijo :

-Mira Tano, la pintaban así para que los niños aprendieran que cuando ves una oportunidad, si no eres listo y la enganchas de la melena cuando pasa y te entretienes dudando, luego ya no la puedes coger aunque la persigas porque por detrás, no tiene pelo donde aferrarla.

-! Claro abuelo!, ! Ya entiendo…!, si no hubiéramos corrido aprisa cuando oímos el motor del tractor, hubiera pasado de largo y ahora nosotros seguiríamos perdidos en la niebla…

-!Exacto Tano!, ! Eres muy listo! le dijo el abuelo y satisfecho y tras apagar la colilla, se acomodó como pudo entre los troncos y cerrando sus ojos cansados, se dispuso a dormitar un rato de lado dándole la espalda.

-¿Entonces Abuelo…?, ¿Esto de "La Calva"… no tiene nada que ver con lo de " La Piedra" del otro día…?

-¿Qué piedra Tano…?, le dijo el abuelo abriendo un ojo y temiéndose que el interrogatorio aun no había terminado…

- ! Si Yayo…!, Aquello de la piedra y el hombre tonto que se cae dos veces…?, ¿Por qué no me lo cuentas otra vez…?

El abuelo reprimió un montón de palabras malsonantes relacionadas con la pesadez del niño, se despidió lastimosamente de su posibilidad de descanso, se incorporó de nuevo mirando al cielo como un auténtico "Job" de pueblo y agotado, y se pasó hasta que llegaron al final de trayecto explicándole de nuevo a Tano en medio de interminables preguntas y aclaraciones porqué "El hombre, es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra ".

Tano, bueno… Cayetano luego y Don Cayetano ahora, jamás olvidó aquella tarde ni aquellos dos refranes de su abuelo que se troquelaron en su infantil y tierno cerebro de tal manera, que siempre fueron la guía de su vida.

De hecho, desde entonces y durante su adolescencia y mayoría de edad, se habituó a aprender de sus errores cuya información guardaba cuidadosamente en sus neuronas para poner luego una enorme concentración en sus decisiones para evitar repetirlos como hacía el "Hombre gilipolla de la puta piedra" del cuento de su Abuelo.

Cayetano cursó brillantes estudios de comercio y economia 

 pero una vez finalizados comprendió pronto que las oportunidades, las ocasiones y las suertes, por muy bonita y poblada melena que tuvieran y por mucho que estuviera habituado a detectarlas hábilmente manteniendo un estado de atención permanente en los negocios, no podían agarrarse si no disponía de un capital inicial y así decidió coger su primera y frondosa melena casándose con la deslucida pero hacendosa y fértil hija de un Notario, al que asoció como parte capitalista en sus primeros negocios. 

Al principio, la carrera de Cayetano fue lenta, sin embargo, conforme aumentaba su capital, aumentaban sus posibilidades de aprovechar las oportunidades de engrandecerse lo que por otro lado era previsible cuando pensamos que, a las dos máximas de su abuelo que regían su vida, se sumaban una inteligencia despierta y una esmerada preparación.

Don Cayetano sin embargo, no había tenido en cuenta que el factor humano podía modificar su apreciación de las cosas y con la riqueza y los éxitos financieros fue anidando inadvertidamente en él la codicia y una insaciable ansia de poder y superada la cincuentena, llegó a la cima de sus aspiraciones cuando logró hacerse con una de las empresas informáticas más importantes y exitosas del sector de la comunicación y las nuevas tecnologías que estaba implantada en medio mundo, cuando aprovechó una preciosa ocasión que se presentó de manera repentina y que él vio como la rauda diosa romana que subida en su rueda mostraba un bello rostro, la melena rubia y rizada al viento, las alitas batiendo y todo ello bañado en una sutil niebla rojiza que junto su aura carmesí, la hacía mas deseable y atractiva y sin dudarlo, la agarró fuertemente por el pelo para hacerla suya sin la prudencia y la paciencia de la que siempre había hecho gala.

Para Cayetano fue una falta de preparación ser un hombre fiel que jamás había ido de putas. Si lo hubiera hecho, hubiera sabido que la luz y el ambiente rojo en la penumbra de los prostíbulos no es decorativo, sino que refuerza afeites y maquillajes haciendo disimular la vejez y los defectos de la piel de las prostitutas mas avejentadas y ajadas y que aliándose al alcohol y al deseo de sexo y al hambre de cariño de la clientela, podía hacer parecer una princesa a cualquier muchachita fachosa del arroyo.

Así, una vez cazada y a la luz del día, aquella ocasión no fue mas que una estafa, un hábil engaño bien tramado por el dueño anterior que disfrazó su ruina, su fracaso y sus pobres éxitos en investigación e innovación con el aura neblinosa y rojiza de una simple falta momentánea de liquidez financiera fruto de la tremenda expansión y éxito de la misma.

Aquella gran empresa, no era más que una bonita caja de regalo vacía, porque aunque aún mantenía su prestigio, su mejor capital, el humano, es decir los informáticos y los mejores ejecutivos e investigadores inovadores, descuidados por su dueño, habían "volado" a la competencia que supo valorarlos mejor y Don Cayetano, que había comprometido casi todos sus bienes allí, se vio entre la espada y la pared y con el riesgo de perder todo el esfuerzo de su vida por su codicia, no pudiendo siquiera culpar al vendedor.

Lejos de hundirse, el pánico hizo espabilar a Cayetano y recordando otro refrán de su abuelo :"Donde fueres, haz lo que vieres", no dijo ni una palabra negativa, mostró a los medios una sonrisa de triunfo, se compró un flamante Rolls Royce, vendió los bienes que le quedaban y ante la imposibilidad de reflotar aquello, los dedicó a fabricar la mejor y más bella "ocasión romana" para codiciosos, sometiendo a aquella empresa a un profundo lifting, una liposucción, pechos de silicona del 100, tratamientos dérmicos con laser, rejuvenecimiento corporal con células madre y por supuesto los mejores cosméticos, maquilladoras y masajistas de Hollywood y las más bonitas " extensiones" de pelo natural. Le infló la rueda. Rizó sus alitas, y luego, con toda paciencia, se ingresó en una costosa clínica privada tras hacer correr el bulo de sufrir un cruel cáncer de pulmón.

Naturalmente, el "Pringado" oportunista y codicioso, no tardó en aparecer, tragarse el anzuelo, cegarse con la ocasión. quedarse con sus extensiones en la mano y comprarla a un precio obsceno que dejó a Don Cayetano incluso con ganancias.

Pero durante el proceso…, Tano no dejó de pensar en lo de "la piedra" y el hombre y ante la seguridad de que en aquel mundo sin principios tarde o temprano volvería a tropezar, se retiró para nunca mas arriesgar su fortuna a la casa de su ya difunto abuelo en la sierra y dedicó su vida a coger setas por los montes acompañado de su pobre nieto al que inflaba a refranes.

-¿ Sabes Tanín?, le dijo Don Cayetano a su nieto mientras  rescogía un hermoso y anaranjado hongo 
sonriendo, es curioso, pero debes saber que como decía tu bisabuelo: "Cuando una estafa es enorme, ya va tomando un nombre decente…"

FIN

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