jueves, 7 de diciembre de 2017

FENG-SUI

Que el lujoso y caro apartamento de Gloria era un caos lo sabía hasta ella, pero nunca le había importado lo más mínimo porque la femenina y elegante Gloria, la mujer de bandera que con su belleza y su inteligencia su determinación y su buen tino, causaba la admiración de toda la élite del mundo de los negocios y con solo treinta y cinco años, aquella economista que se había hecho la dueña del negocio inmobiliario de alto nivel de la ciudad poco tiempo después de barrer a sus adversarios, era , cuando cerraba a sus espaldas la puerta de su casa, una autentica guarra.



- ¿Guarra de sexo?. ¿Le gustaban las perversiones y las depravaciones? ¿ Sado-maso…tal vez ?. ¿Orgías con drogas …?

!No!! No!, !Mira que eres calentón!, siempre te vas a lo mismo …!. No va por ahí la cosa… Gloria, Doña Gloria ya, era guarra de…. guarra, es decir sucia , desordenada y dejada.

! Qué pena daba ver aquel precioso y luminoso apartamento en la mejor zona de la ciudad con las vistas más bonitas al parque del oeste bajo sus pies, hecho una pocilga de lujo!.

De hecho, cuando lograbas pasar del recibidor a través de una gruesa alfombra de correo que el conserje le pasaba por debajo de la puerta y que ella nunca recogía del suelo y llegabas al salón, era cómo si entraras en un escenario de Irak después de que un yihadista suicida se hubiera inmolado sobre la mesa del comedor.

Todos los cuadros torcidos, los sillones no se veían de la cantidad de trastos, abrigos, revistas de moda, libros abiertos, las lámparas con las pantallas colgando y frente al sofá, que era prácticamente el único mueble que permanecía visible con tan solo una mantita arrugada y un cojín. La mesilla de café que flotaba encima de un suelo divino de parquet de roble francés lleno de ceniza y migas resecas, estaba repleta de ceniceros llenos, sin limpiar, tazas de diversas infusiones a medio tomar, envases de supermercados de cartón y celofánes vacios de bollería y otros productos industriales de los que sobrevivía sin cocinar a pesar de tener una cocina que parecía un laboratorio de alta tecnología, pero que estaba atiborrada de platos sin fregar, un frigorífico con más estrellas que un general de división, pero mas vacío que el ojo de un tuerto y una lavadora alemana ultra moderna en cuyo oscuro y redondo agujero de carga una puta araña había desplegado su tela.

Pero era cuando llegabas hasta su fastuoso dormitorio atravesando el enorme baño de fino mármol travertino que rebosando de frascos de cosméticos y productos de belleza sin cerrar y enormes espejos llenos de chorretones recordaba al de Psicosis de Alfred Hitchcok después de que Antony Perkins se liara a cuchilladas con la muchacha mojada envuelta en la cortina de plástico, el cuando podías cuando entendías el porqué de que aquella mujer duurmiera habitualmente en el sofá. Aquella "Suit", se parecía más unos grandes almacenes en liquidación total por rebajas que a un dormitorio : Los armarios de par en par, la cama llena de prendas revueltas como el mostrador de un gitano gritón en el mercadillo del jueves y todo ello, acompañado por mas de veinte pares divorciados de zapatos de tacón fino tirados invadiendo el suelo de mullida moqueta de lana virgen, en la que apenas quedaba una senda de un palmo para poder circular sin reparar en un perchero que parecía un árbol de navidad lleno de bragas, tangas y sujetadores sin una clara división entre lo que estaba limpio y usado.

Puerca, cochina, marrana, lechona, chancha, tarasca, sucia, grosera, mugrienta, asquerosa, inmunda, repugnante, roñosa y otras dos docenas de adjetivos sinónimos podrían reflejar cómo calificarían el resto de mujeres en general a Gloria.

-¿ Sólo las mujeres ?

Uff…No quería yo entrar en un jardín tan polémico, pero bueno…, intentaré explicarme antes de que alguna feminista fanática intente castrarme en el ascensor.

La sinceridad me hace decir que cualquier tío no hipócrita podría entender a Gloria y que su comportamiento típico del cerebro masculino, lo podríais descubrir fácilmente entrando en la casa donde un hombre, bien sea divorciado, estudiante, viudo, viajante etc. que viva solo y no entre por la puerta mujer alguna, porque mientras que las mujeres, mas pacientes, tal vez se empeñan menos en sus objetivos y procuran disfrutar de todos los ritos, procesos y maniobras que les llevan hasta ellos ellos incluso procesando eficazmente y de modo independientes varios problemas a la vez, Los hombres, menos dotados cromosómicamente, nos dirigimos a nuestros objetivos de forma directa, luchando de frente y apresuradamente contra las dificultades y prescindiendo de todo aquello que no sea fundamental para conseguirlos y una de las primeras cosas que quedan en el camino, es el orden doméstico y la alimentación regular a lo cual ayuda , porque no decirlo, nuestra innata tendencia a todos los vicios y golferías en cuanto no tenemos cerca una mujer, sea madre o esposa, que nos señale el buen camino con una vara.

Volviendo a Gloria , yo creo que lo suyo no era dejadez, vagancia o flojera. Ella estaba muy poco tiempo en casa y ni allí podía evitar tener la mente en el trabajo. Lo de Gloria, simplemente se trataba de una adaptación a un mundo masculino de tiburones, donde se requería un enfoque testosteronico de la vida.

La cuestión era que a Gloria su triunfo no le supo tan a gloria como había pensado y desde hacía un año se sentía fatal consigo misma y estaba incómoda dentro de su piel.

Sería la llamada de la naturaleza o el vacío tras el objetivo alcanzado, pero la necesidad de afectos iba creciendo en su corazón, haciendo mella en su autoestima de modo que comenzaba a pesarle lo que nunca le había pesado como era el rosario de parejas y cortas relaciones que había tenido, ninguna de las cuales había cuajado porque además de descuidarlas emocionalmente, los hombres que podían entender su actitud no estaban dispuestos a compartir su caos.

Un día, que Gloria estaba algo mas triste de lo habitual leyó algo sobre el Feng-Sui, esa filosofía china que trata de buscar la felicidad que al parecer reside en un impulso vital externo "El Chi " que flota en todo pero que hay que saber redirigirlo y concentrarlo y canalizarlo hacia uno mismo mediante el orden de las cosas, la armonía del entorno, el cuidado de la iluminación y los colores, el rodearse de serena belleza , el desprenderse de los objetos feos y rotos que atraen la negatividad y la mala suerte, la orientación de muebles y objetos al norte etc.

Así que Gloria ni corta ni perezosa llamó a Yen-Cha un afamado chino gurú del Feng-sui quién  tras recuperarse del desmayo que le produjo la visión de aquella casa, volvió con media docena de sus discípulos y tras un par de días de duro trabajo, dejó la casa divinamente ordenada según los preceptos del Feng-sui, eliminó todas las negatividades y dejó aquella morada lista para recibir toneladas de "Chi" y buenas vibraciones.

-¿Funcionó?

¿Que?

- !El Feng-Sui! ¿Le funcionó el Feng-Sui a Gloria ?

Bueno… , Ella dice que sí a todo el que la quiere escuchar.

La cosa fue que Gloria, a la que le gustaba andar a oscuras por la casa, se levantó de madrugada para atender una inoportuna llamada telefónica, pero medio dormida, olvidó que con el Feng-Sui no había ya nada en su antiguo lugar , tropezó con una silla y se pegó una "leche" sobre el cristal de la mesa de café haciéndose la cara "Un Cristo" y partiéndose el cúbito y el radio del brazo derecho.

-!Joder! vaya suerte le trajo a la mujer el Feng-Sui ese…

- No creas…, porque Gloria y el enfermero moreno con pinta de bruto que la cuidó y escayoló con unas manos de oro, se enamoraron perdidamente y resultó ser que el chico, un huérfano educado con mano dura por las monjas Teresianas, además de ser un "manitas", era el mayor amante del orden y la disciplina que se podía encontrar entre la gente que mea de pie.

Así que a Gloria…!! Le funcionó el Feng-Sui de puta madre !!



Fin