jueves, 10 de mayo de 2018

UN NEGRO EN SHANGHÁI

Gualberto a veces a su pesar, era un puto racionalista. 

No, no es que hubiera nacido cartesiano al estilo francés ni pragmático al estilo anglosajón, simplemente es que a pesar de ser un latino en el sentido de ser un "romanizado " de los que nacen a orillas del mediterráneo con una educación barnizada con capas y capas de catolicismo papista beligerante e integrista, Gualberto había dedicado su vida a la ciencia, lo cual suponía, someterlo todo a la crítica de la razón y no dar por bueno nada que no se pudiera demostrar.

El problema fue, que tras una formación desde la infancia en un buen colegio " De pago", por supuesto religioso, donde demostró una gran capacidad intelectual pero en lugar de estudiar Derecho o Economía, inició, tal vez mal aconsejado, estudios universitarios de ciencias físicas y matemáticas que él, muy sobrado, completaba con historia y filosofía a ratos perdidos. 


Con la excusa de unas lecciones prácticas al final del primer trimestre de la carrera, Don Ramón, el catedrático de Física que era un reputado científico candidato varias veces al premio Nobel, llevó a Gualberto junto con los demás alumnos hasta un pozo ya abandonado situado en un bosque cercano, les hizo guardar silencio y ante la mirada interrogante de aquellos chicos, tiró una moneda a su interior e hizo un ademan de escuchar para oír el sonido de la misma golpear en el fondo. Pero resultó que el pozo era tan profundo que la moneda se perdió en sus negras entrañas sin producir sonido alguno.

-¿Os habéis hecho una idea de lo profundo que es ese pozo ?, dijo Don Ramón. Cuando todos afirmaron a coro, prosiguió:

- ¿Veis este pozo…? ¿Si…? !!Pues ahí debéis de echar vuestra Fe y luego llenarlo de tierra antes de dar un paso más en lo que habéis elegido!!. De lo contrario…, haríais bien en daros la vuelta y escoger otro camino, porque tener Fe en Dios o en lo que sea, es creer algo que no se puede demostrar y eso… ,mis queridos alumnos, es lo mas contrario que hay a la ciencia que es la base del conocimiento y el progreso del hombre.

Cuando Gualberto fue cambiando progresivamente el enfoque de sus creencias por el de sus certezas, se fue sintiendo más y más aislado de su ambiente, de sus familiares de sus amigos , de la sociedad y de todos aquellos a los que en su vidas no se les exigía no tener Fe para seguir su camino. El pobre Gualberto, acabó sintiéndose "Como un negro en Shanghái" es decir…"más solo que la una".

Cuando cierto ya al final de su carrera, trabajaba con Don Ramón en el Doctorado y andaba por las aulas y los claustros ensimismado y con el ceño fruncido dándole vueltas y más vueltas para intentar encajar como un rompecabezas lo que se le enseñó de niño y lo que descubría de mayor, le preguntó a su maestro con el que por ser su alumno predilecto tenía ya mas confianza,

-¿ Don Ramón, cómo consigue Vd. no sentirse solo, estar siempre de buen humor y ser feliz e integrado, si Vd. fue el primero en enterrar su Fe en aquel pozo? ! Dígame Vd. su secreto!

-! Que inteligente eres Gualberto! respondió don Ramón, sabía que no acabarías tu formación sin hacerme esa pregunta.

Una de las mejores cualidades, que incluso yo llamaría talento de la mente del hombre y que le permite adaptarse a todo lo nuevo y diferente, es la contradicción.

- ¿Ha dicho la contradicción Don Ramón ?

-Si, la contradicción…, es decir, la capacidad de admitir en nuestro fuero interno dos ideas contrapuestas y que convivan allí sin violencia ni angustia alguna aprendiendo a respetarse la una a la otra, permitiéndonos así sentirnos bien cualquiera que sea la situación que afrontemos.

Mira Gualberto a ti como a mí, se nos educó en la religión católica desde muy pequeños al igual que a la mayor parte de nuestras familias, nuestros amigos y la comunidad donde vivimos y lo que aprende uno en la infancia troquela el corazón y es una profunda marca difícil de borrar y mas aún si la tienen también todos los que nos rodean.

Pero las religiones, aparte de la base de que hay un Dios que quiere el bien y la solidaridad para todos, son un conjunto de escritos mitos y leyendas sin evidencia alguna que ahora, están en la base de nuestra cultura, nuestro arte, nuestras fiestas, nuestro buen comportamiento y en la mayor parte de los eventos que nos cohesionan, muchas veces tomadas unas de otras y desarrolladas bella y ejemplarmente por hombres bien intencionados pero atrasados por el conocimiento que de las cosas se tenía en la antigüedad desde hace mas de mil años.

-¿Don Ramón es por eso el conocimiento científico lleva a la soledad del ateo?.

-Si Gualberto. Si, si no se tiene el talento de ser contradictorio consigo mismo. Porque además, si uno consigue que las ideas opuestas se respeten en tu interior, respetaras las ideas de los demás cualquiera que sea el sentido que tengan.

-¿Y como lo consigue Vd. Don Ramón?

-Pues básicamente no es complicado: Cuando pienso soy ateo, cuando siento creo en Dios.

-!Joder que lío!..! Explíquese Don Ramón!

-Mira Gualberto, cuando pienso en la ciencia y estoy aquí en la facultad y en el laboratorio tengo que ser ateo por que la existencia de Dios no se puede demostrar y estoy contento por ello. Pero cuando estoy fuera de aquí en mi casa, no me lo planteo, solo siento, creo y dejo aflorar lo que aprendí de mis padres y también me siento feliz por ello.

- ¿No es Vd. un poco tramposo…?

-No creas Gualberto, no es trampa, es pragmatismo. Al final "Los hechos son tozudos" y el tiempo llevara todas las cosas a su sitio con el imperio de la lógica, pero mientras eso ocurre, se va gastando nuestra vida y no podemos permitirnos desperdiciar nuestros momentos felices con disquisiciones.

Como dijo Buñuel..: !!Soy ateo por la gracia de Dios!!

fin.