viernes, 15 de julio de 2016

LAS VIAS DEL DESTINO (REPUBLICACION)

!No me había dado cuenta !...A pesar de los cientos de veces que voy a la estación del pueblo para ir al la cercana ciudad, nunca lo había visto así. Fue hace algún tiempo ya.... cuando la luz del amanecer de un día brumoso y oscuro resaltó el metálico reflejo de las vías, vi mi vida trazada en su dibujo y ya no puedo verlo de otra forma.

Allí estaban... eran dos solitarias vías, que tras un larguísimo tramo en paralelo, como atadas pero sin tocarse, se unían precisamente en la estación del pueblo, para hacer juntas la última parte de su trayecto. 




Ahora, siento que toda mi vida anterior a nuestro matrimonio en realidad no fue nada mas que una preparación para mi, un aprendizaje, una escuela de valoración de las cosas, que me permitió más tarde exprimir hasta la última gota toda la felicidad posible en la escasa decena años que compartí con él y que para mi ha significado más que una convivencia de esas de lustros.

No recuerdo en mi memoria, ni un solo minuto de mi vida, en el que no hubiera estado enamorada de él...

Era mi primo..., cuatro años mayor... ¿ Puede una niña de siete años vivir completamente enamorada.? !Yo si!, es mas,... estoy segura y creo que de algún modo , todas tenemos en nuestra naturaleza esa capacidad, mientras ellos, ajenos los pobres, hacen el bruto y se tiran piedras.....
Yo desarrollé la habilidad de permanecer siempre a su lado.. o cerca... o atrás... o mirándolo desde la ventana.. con mis ojitos devotos y creo que hecho de que fuera hijo único me vino bien para poder maquillar un poco mis sentimientos, ya que primero fui tratada como hermana...,.luego como amiga..., mas tarde como confidente.. y finalmente... cuando se casó y se puso a vivir cerca de nosotros, como esa prima soltera y amable que siempre está para echar una mano.

He sido atractiva....si!... pero con una belleza algo pasada de moda y anticuada, que parecía atraer a todos menos a él.

Pronto me resigné a que, sin saberlo siquiera, él hubiera sellado mi corazón para cualquier otro como un amo exigente que marca una res de su manada. Es curioso, pero ni siquiera cuando en mi intimidad satisfacía los ardores de mi joven cuerpo, podía pensar en alguien que un fuera en él.

Considerándolo imposible, siempre llevé mi amor en secreto y en silencio y generosa por naturaleza, solía alegrarme sinceramente por su felicidad. Ni siquiera hice confidencia alguna a las pocas amigas que he tenido, y.... lo que es el orgullo o la coquetería de una mujer: El se fue de éste mundo sin conocer el secreto de mi eterna espera..., ni aun casados siete años se lo confesé.

Como las de la estación, nuestras vías por fin se unieron de forma inesperada, en el inicio del otoño de nuestra vida, cuando mi fuente estaba dejando de brotar. Ni tengo que decir que aunque la felicidad me llego de rebote y la viví como un regalo, o mejor... como un premio a mi lealtad . Digo de rebote por que me llegó prosaicamente.. en forma de arreglo familiar pragmático , mas o menos necesario y conveniente para un viudo maduro,cuando su esposa falleció en el parto.

Si!...La felicidad llegó a mi como un diamante envuelto en un papel de periódico, .... y a mi no me importó la manera en la que llegó ni cómo entró la luz en mi alma, porque se iluminó para siempre....

Fueron solo siete años, hasta que la parca se lo llevó , siete años juntos.... de la vida mas serena, dulce, preciosa y feliz que puede tener una mujer....ya que con él, vino también aquel pequeño ser que su pobre madre dejó desamparado en este mundo y que dará sentido a mi existencia ahora que él ya no está...

Y !Si!....ya hace tiempo que no me importa que el tren se retrase.....podría mirar esa vías durante horas......

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Paco,
Ya tenía ganas de leerte de nuevo.
Ésta semana has escogido un texto romántico, un texto rebosante de amor, de ese incondicional, fiel y eterno amor.
El giro con este acuatexto lo encuentro en la brevedad del del disfrute del mismo, una vez alcanzado por el personaje femenino, que sigue manteniendolo vivo, con el brillo que descubre, y que tan magistralmente has reflejado, en esas maravillosas vías del destino.
El texto es una oda al amor y la acuarela, si cabe, embellecida por su significado. Como siempre...!!!precioso!!!.
Un fuerte abrazo.
Lola

Anónimo dijo...

El amor romántico!que peligro tiene,amar a alguien,perdiéndose en el camino...no es bueno ni saludable.La vida es muy corta para perderse todo lo que hay alrededor,las personas que puedes conocer y disfrutar por el simple hecho de ofuscarte .Amar es maravilloso siempre que no te pierdas a ti misma en el intento.
Mis opiniones son de tus relatos,de lo que el narrador cuenta...Tu ya sabes lo que opino de ti como escritor y mi admiración!Está muy bien escrito(ya lo había leído).

Vir.

Amon-Ra-Net dijo...

Eterno retorno del mito de la Penélope homérica, metamorfoseada su Ítaca en estación ferroviaria de ciudad de provincia; tejiendo interminables redes en telares con agujas de cambio de vía férrea, esperando a su marido Odiseo (Ulises) que se ha perdido en el Egeo (perdido es un decir, porque las perdidas eran ninfa Calipso, Circe la hechicera de la isla de Eolo, las sirenas, Escila y Caribdis y varias pelanduscas más de las que salen en la revista HOLA), el caso es que al final es felizmente atrapado por la red del Mapa ferroviario de la Guía Michelín y fructifican siete años de felicidad en la heroína de tu narración.
El siete numero sagrado: 7 notas musicales, 7 días de la semana, gatos de 7 vidas, 7 colores el arco iris, 7 pecados capitales, Blancanieves y los 7 enanitos y hasta ‘Los siete magníficos’ para amantes del Western.
La acuarela es una de mis favoritas, aunque me inquieta, me escalofría esa soledad de blancos raïles y la polucionada atmósfera entre torres eléctricas, todo ello muy pre-AVE para disfrute de mi decadente heterodoxia.
Música: “LA NIÑA DE LA ESTACION” por doña Conchita Piquer, off course.