viernes, 9 de febrero de 2018

LA IRA DE DIOS


A Próculo siempre le había jodido el nombre romano con que su padre, un notario aficionado a los clásicos, lo inscribió en el registro civil. 

Entre otras cuestiones, llevaba aquel dichoso patronímico como una pesada carga por la fácil y sucia rima de su extravagante apelativo, que le ocasionó problemas con sus burlas y mofas y no pocas y desagradables cuitas que entretenían a los canallas de sus compañeros y de las que Próculo solía salir malparado durante la infancia y su vida estudiantil.

La Verdad es que el padre de Próculo no tenía culpa alguna de ser como era, porque en realidad, era un adelantado a su tiempo. 

Hoy en día, aquel hombre sería un padre modelo con su cultura, su paciencia y su actitud pacífica y dialogante, pero por entonces, estas notables cualidades parecían estar de sobra en un lugar y un tiempo equivocado.

En aquella mediocre y provinciana ciudad de un país atrasado, la ley del más fuerte se imponía en todos los ámbitos de la vida cotidiana y esto, afectó a Próculo haciendo de él un niño timorato e inseguro hasta de su origen, porque el muchacho leyó en algún lugar que Próculo significaba "El concebido con su padre ausente ". 


Vamos a ver, al igual que los perros con sus amos, Próculo era un "Cachorro" que no interpretaba la condescendencia, la falta de violencia y el pacifismo paternalista que tenía su padre con sus desobediencias y trastadas como muestras cariño, sino como una debilidad.

Él sentía, como ocurre en la etología perruna, que si la persona que era responsable de protegerlo de cualquier enemigo o adversidad, se mostraba tan blandengue ante sus deliberadas provocaciones y travesuras, ante el ataque de un malvado real, echaría a correr abandonándolo y no sería capaz de defenderlo y creo esto fue, lo que hizo de Próculo un niño apocado que se sentía desprotegido.

Tal vez así pueda entenderse, que cuando en el colegio católico y religioso en el que se educó, estudió en Religión las sagradas escrituras y el antiguo y nuevo testamento, Próculo se enamorara y se hiciera para siempre un autentico "Fan" de "La ira divina".

Aquel chico admiraba a aquel Dios del antiguo testamento que a pesar de su bondad y su misericordia podía, cuando la situación lo exigía, mostrarse como un monstruo de terrible y cruel violencia cargada de indignación y justicia, y pudiera estallar dando un puñetazo en la mesa diciendo "!Basta!" y dejar luego el escenario lleno de pecadores y heréticos infames muertos a sangre y fuego y al resto del personal espectador, acojonado para siempre

Si…, Próculo leía en la Biblia una y otra vez cómo Dios arrasó con una lluvia de fuego Sodoma y Gomorra y convirtió en una estatua de sal a Edith por mirar curiosa hacia atrás.

Su corazón se aceleraba, cuando por medio de Moisés puteaba con siete despiadadas plagas, cada una mas mortífera y asquerosa que la siguiente, al malvado Faraón egipcio, para luego matar ahogado a todo su ejército cuando, sin temblarle el pulso, cerró de golpe las aguas abiertas del mar Rojo tras pasar los israelitas, con todos los egipcios dentro.

Sus ojos se abrían como platos, cuando un Dios completamente cabreado con aquellos desagradecidos que adoraban mediante desenfrenadas orgías a un becerro de oro, hizo que Moisés tras fundirlo, ordenara a los levitas el genocidio de tres mil hermanos judíos descreídos y después de aquel baño de sangre mas o menos purificador, enviara a los restantes cargados con dos pesadas tablas de piedra a vagar cuarenta años por el desierto del Sinaí.

Pero lo que a Próculo mas le gustaba imaginar de niño, era la ira de dios a través de un ciego y pelicorto Sansón que encadenado a dos enormes columnas en el templo de los Filisteos, las hizo caer con su descomunal fuerza de superhéroe y el edificio se derrumbó sobre todos sus enemigos no quedando ni uno para contarlo.

-! Dios ya no es como antes… ! !Ya no tiene tantos cojones… !, gustaba decir un resignado Próculo cuando creció a todo el que se prestaba a escucharlo

-! Tal vez se haya hecho viejo ! y ahora con un pacifismo ,que a Próculo le sonaba familiar, permitía injusticias, desastres y masacres de inocentes sin mover un solo dedo y el hecho es que la humanidad, jamás estuvo peor guiada por cabezas mas corruptas e incompetentes.

Pero…bueno…, son cosas que ocurren, y quiso el azarque Próculo aunque muy inteligente pero tocado siempre por la inseguridad, hiciera de la escritura su modo de ganarse el pan.

La verdad es Próculo escribía de puta madre y hacía autenticas virguerías y verdaderos malabarismos con las palabras, pero para su desgracia, su timorata mente se negaba a adentrarse en el riesgo que siempre supone la creación y se resignó a sobrevivir escribiendo manidas y previsibles novelas de amor, del salvaje oeste o de detectives, para el entretenimiento popular en aquella época en la que aun se leía algo porque ni la televisión ni las redes sociales habían absorbido aún el poco seso del hombre.

Pero un día, Próculo sintió la llamada de ese Dios violento e indignado pero justo, al que añoraba e ilusionado, se enroló en la maquinaria propagandística del naciente partido fascista de su país.

Cuando se miraba al espejo con su camisa negra su gorra de plato y sus brillantes correajes, Próculo se sentía parte del nuevo plan de Dios para arrasar y destruir de un duro golpe la corrupción y el ateismo que habían convertido a la humanidad en una orgía de desorden y sintió en su corazón que el don de escribir, se le había otorgado intencionadamente por Dios como el afilado filo de la espada de un Caballero Templario con la que podía hacer mas justicia en nombre del creador que si degollara a un villano de un solo tajo.

Cuando trascurrido algún tiempo después, Próculo meditaba al borde de una muerte segura, vio con claridad que su ciega pasión reprimida le hizo ignorar los detalles.

! Que importante era cuidar los detalles !

! Que importante es cuidar esa pequeña herida en el pie que te hace caer luego en el campo de batalla con la pierna gangrenada por el lodo infectado!.

La cuestión es que en su obcecación, Próculo había olvidado el detalle de que la Ira ,incluso la divina, una vez estalla como una hoguera purificadora, no tiene tiempo de parase a distinguir justos de pecadores y recordó con tristeza la cruzada Albigense de Simón de Monfort, a quién se le preguntó antes de la masacre de los cátaros en Bezieres como podrían los soldados distinguir, para matarlos, a los herejes de los buenos cristianos y el muy cabrón respondió : ! Matadlos a todos que Dios ya escogerá a los suyos para el cielo !.

Otro pequeño pero a la postre fundamental detalle que, con la pasión aquel renacido y orgulloso Próculo había borrado de su mente, era que su abuelo materno era judío y resultó que cuando los nazis, con su propia ayuda, invadieron su país, le cambiaron de un día para otro su bello uniforme negro por el pijama de rayas de un campo de concentración.

Ayer Próculo con cara de idiota y tras meses de inanición, esperaba con otros cincuenta sacos de huesos como él, que el piadoso gas venenoso de una lúgubre cámara de exterminio acabara de una vez con todos sus sufrimientos.

Si, ! Que importantes son los detalles !, fue el último pensamiento de Próculo .

Fin.

3 comentarios:

Amon-Ra dijo...

Una frase popular recomienda "dar a probar su propia medicina” en casos como el de Próculo, también sirve la de “pagar con la misma moneda” aunque queda un tanto Mosaico y políticamente incorrecto. En mi modesta opinión, creo que cuando le pusieron de nombre Próculo cometieron una disglosia con la “r” la cual debía ir detrás de la primera “o”, así quedaría el nombre correcto para poder decirle: que te den Por Culo; aunque siempre nos quedará la duda de que nos responda “Dios te oiga” y quede como una diosa griega, dándonos en todos los morros, esa gente es así ¿qué le vamos a hacer?.
Los blancos de tus pinturas siempre me han cautivado, la fuerza de expresión de ira contenida, hace temer a un Zeus con los rayos sujetos de ese rotundo puño.
Música: Vivaldi y su ópera “Ercole sul Termodonte” testoterónica hasta la médula. Te veo Vir sacándote abono para la ópera después de esta escena ¡¡¡a disfrutar que son dos días!!!
https://www.youtube.com/watch?v=mhHU56_nfrI

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Francisco Ballester Monfort dijo...

Si, Lola tiene razón en que los detalles son los marcadores de la calidad y la vanidad ciega a los tontos lo suficiente para no verloscon lo que manifiestan su estulticia. Con Próculo se demuestran dos grandes verdades recogidas en los dichos populares que vienen siendo válidas a pesar de la globalización y las nuevas tecnologías. El primero, es que " quién tonto nace, tonto yace " o lo que es lo parecido " Quien nace redondo no puede morir cuadrado", porque lo peor de los tontos es la incapacidad de aprender de las tonterías.
El segundo es algo que los españoles sabemos desde la infancia " No hay nada más peligroso que darle a un tonto una gorra y un pito " lease Próculo, Puigdemon, Hitler o Trump o cientos de otros que porque la democracia no pide certificado de sentido común para votar , encumbran de cuando en cuando a algún descerebrado supremacista.
Así que Próculo se debió llamar Porculo por que toda la vida por su debilidad le dieron por tan dolorosa y delicada zona hasta que resentido, decidió hacerles lo mismo a los demás, y olvidando como buen tonto los detalles la cosa le llevó a una gaseosa sodomización