Genaro "El Tranchu" entró en la vieja
taberna del muelle Norte.
-!Jóderrrr!
, !Qué día! ,! Vaya tormenta! ! Y va ya un mes así! ! Otro puto día a rascarnos
los cojones en la taberna!.
El ambiente del tugurio era cálido pero denso y como en una rara ópera
culinaria, los cien olores de la cocina acompañaban, como en un coro, a la
soprano principal: !La Fritanga!. Los cristales de los ventanucos permanecían
empañados, y un leve olor a meados en las mesas del fondo, delataba a las
claras. la zona de los urinarios....
Cocinera y esposa del tabernero." La Ramona" era la única que le llamaba Luis Antonio, porque
desde que se quedó el traspaso del local, ya hace diez años, el resto de la
parroquia, incapaz de cambiar, le
llamaba Manolo como se llamaba el dueño anterior y solo los más jóvenes
cuando venían ya de madrugada algo borrachos y cargados de cubatas, le llaman "Copas".
Con el gorro de punto hasta las cejas y sin afeitar, Genaro "El Tranchu" tras
poner el chaquetón en el respaldo tomó
asiento suspirando en la pringosa mesa de hule a cuadros junto a los
otros tres compadres que parecía esperarlo y que por sus pintas y por su olor a
pescado, se adivinaban marineros ya maduros de la localidad.
Los cuatro hombres parecían hechos con un mismo molde... bronceados.. ya
canosos y greñudos... sin afeitar... con arrugas hasta en el paladar y con unas
manos llenas de callos y unas uñas rotas y sucias, que hacían que, las
mugrientas cartas que barajan parecieran objetos delicados.
Con la voz cascada... el gesto guasón.. fingiendo insultarse y enfadarse en
una comedía diariamente representada, uno apenas podría distinguir en aquél grupo a el uno del
otro, si no fuera por el color de sus camisas de franela de cuadros.....
!Ah!... y porque que "El
Colás" llevaba gafas metálicas , "El Polaco", no soltaba jamás el palillo de la boca, y porque
"El Espinas" que era
un andaluz que desde Huelva se vino al norte cuando la "Gran
Amarrada" de la flota pesquera del Sur allá por los años 90 acabó con la
faena frente a las costas de Marruecos, tenía una gran cicatriz en el ojo
derecho que le había hecho un moro en un asunto de faldas y la movía
graciosamente cuando "ceceando" se quejaba de algo, lo que era
prácticamente a todas horas del día.
Un servidor…,es decir yo, trataba de pasar desapercibido junto a la ventana
y callado como un muerto frente a mi aguardiente, fingía, mirando de reojo, leer
la prensa deportiva con el periódico extendido sobre la pequeña mesa, tomando
en mi mente notas ávidamente y tratando de disimular de mi persona cualquier
rasgo de intelectualidad que pudiera romper la pureza de la observación,
consciente de que ese día, había dado con un tesoro para mi inspiración
literaria y admirado completamente de que a estas alturas del siglo de las
nuevas tecnologías, aun existieran hombres y lugares que parecían no haber
cambiado desde mi infancia.
Sentado en una silla baja de madera repintada, Genaro "El Tranchu" dijo estirándose
hacia atrás
-! Hay que joderse !.! Otro día con la
barca amarrada! ! y.. en plena temporada de la Anchoa !...y la "Santa
Brígida" en el puerto..de "Charreta" con las otras barcas... a
cotillear en vez de trabajar...
El Manolo, le replicó desde
detrás de la barra mientras secaba los vasos:
-Pero.. !Tíos…!,, !Con el día que hace…! ¿Qué
leches hacéis aquí dándome faena ya a la nueve de la mañana, Coño?! Deberíais
estar en casa pegándole un polvo a la parienta calentitos en la cama !....!
El Espinas, terció quejándose como
siempre…;
-¿A la parienta…? ja ja ja... , Dezde que
ze le fué el "tema"…, la moztruación eza o como ze llame...zacabó el
zezo..y la zeza... .Una vez al mez....como musscho, con zuerte.. y zi huelen
que va a habé un "motín a bordo"....
El Polaco, que no había abierto aun la boca desde
que entró, le dijo al tabernero en voz alta:
-! Manolo! ! como se nota que vosotros dos
sois más jóvenes y que la Ramona aun te responde a una buena mano en el culo!
La Ramona gritó desde la cocina solidaria con las mujeres
-!Ehhh.! ! Que os oigo..! ! Piratas! ¿a
ver qué decís de nosotras..?
Manolo, les hizo un gesto de silencio desde la
barra, pidiendo paz por favor para no tener que pagar él las consecuencias
En ese momento se oyó al Colás farfullar en voz
baja pero sin soltar el palillo de la boca :
-¿Ahora…? ! Ahora no paran en casa las muy putas....!
compran en Mercadona en un "plis-plas", y luego.. como una banda de
gallinas,.. todas juntas se van al
pilates...al acuagym....a caminar para los huesos....a comprar soja y hierbas
para los sofocos....y llegan a las dos de la tarde a casa, con la lengua
destrozada de largar y largar para hacer un hervidito de verduras de régimen en
diez minutos....
Pegándose a la queja general, Genaro "El
Tranchu" añadió reguiñando :
- !Ah..! y luego... durante toda la puta
comida ..! que si eso es malo..., que si tiene mucha grasa animal..que si ya
vas por el segundo vaso de vino.... que el café te va a ir mal para la tensión...!
Joder ! !No han entendido aun, que nosotros nos moriremos diez años antes que
ellas, hagamos lo que hagamos!.
El Polaco se levantó con cara escéptica
y como asumiéndolo todo dijo con resignación:
- Bueno… me voy al "Water-de-no-cagar" a liarme un cigarro.
Desde que se había prohibido fumar en los lugares públicos, El Manolo,
avispado, había dispuesto en la taberna como "water-de-no-cagar"...es decir... el de fumar..., en el
servicio de señoras que tenía una amplia ventana al acantilado y que casi no se
gastaba por la ausencia crónica de mujeres en el antro. En aquel angosto
reducto cabían hasta tres tíos fumando a la vez pero...! Eso sí…! con la
ventana abierta, la absoluta prohibición de hacer necesidades y pasando el
pestillo por si venía la inspección.
Al final, El Colás, que por
las gafas parecía el filosofo del grupo se quedó solo en la mesa dado que no
podía fumar por su asma y aunque no me conocía de nada, girándose de costado,
se dirigió confianzudo a mi y me dijo:
-!Mire forastero!....Aquí, la casa de
tierra... és de ellas, y solo de ellas....¿Nuestra casa? , !Nuestra casa es
nuestro barco....! y cuando está
amarrado..., nuestro único respiro, está aquí, en la taberna....., con el Manolo y la Ramona...
Me quedé allí un rato más..., sentado...,escuchando.. y reflexionando sobre
la maravillosa capacidad de adaptación del género masculino, en su humilde
simpleza, y como, sin apenas proponérselo, encaja los golpes cotidianos del
destino con estoica resignación...