viernes, 31 de marzo de 2017

DE OLORES AROMAS Y FEROMONAS

      Definitivamente debió ser su perfume.Si, Su perfume. Bueno su aroma, su olor, porque a Salvador -Don Salvador para sus alumnos- no le recordó aquel efluvio a fragancia conocida alguna. Es más, aquel olor,  ni siquiera le transportaba como otras veces a los borrosos recuerdos de su temprana infancia antes que su madre les abandonara para siempre a él y a su pobre padre. 

      Pero fuera lo que fuera lo que entró por su aguileña nariz sin su permiso y con la complicidad de la brisa, era una maravillosa sensación cálida y placentera que se clavó hasta el fondo de su alma y le obligó a levantar la vista del diario para buscar su origen con gesto interrogativo.


     Si, si. debió ser eso, porque daba igual que se tratara de la hipótesis de Rietman sobre los números primos que investigaba en la facultad en su cátedra de ciencias exactas, como el sodoku casi imposible que ahora sentado en una terraza le entretenía, Don Salvador, ese extravagante matemático al que sus alumnos le llamaban " El Dos" por la forma que adoptaba su cuerpo larguirucho con la cabeza siempre agachada sobre los papeles, jamás levantaba la vista de un papel hasta que no consideraba que había resuelto el tema,cuando había en él números escritos en él.

      El caso es, que cuando Salvador alzó la vista sin poderlo evitar y la vio, sus ojos se abrieron como platos y su mandíbula cayó abatida haciéndole abrir la boca como un paleto que mira un rascacielos desde abajo….

       La mujer que exhalaba aquella ambrosía, caminaba por la plaza hacia la concurrida calle comercial donde la gente en silencio deambulaba sin mirar al frente con los ojos fijos en su teléfono móvil y sus pensamientos en lugares lejanos,  inconscientes del caos en el que se movían , recibiendo empujones y golpes unos de otros admitidos tácitamente por todos con tal de no levantar la vista del terminal.

      Rubia y esbelta, su cuerpo proporcionado llamaba la atención por la elegancia discreta de sus finas curvas, su caminar suave y pausado y una graciosa armonía que hacía imposible dejar de mirar el cimbrear de su largo cuello al ritmo de sus graciosas nalguitas. El pelo corto a lo garçón , ofrecía desnudo el fino óvalo de su rostro que contrastaba con unos pequeños labios carnosos y unos ojos grandes de gacela que-festoneado de largas pestañas recordaban aun la inocencia de un rostro adolescente .

       !! Joderrrr…!! !! "La chica de Ipanema " !! fue lo primero que la sorpresa hizo que se le pasara por la cabeza a Don Salvador.

      Bueno en realidad aquella mujer no se parecía nada a la preciosa muchacha de la canción. Pero la impresión que alteró a Salvador debió ser la misma que apasionó aquella mañana calurosa en Rio de Janeiro a Vinicius de Moraes

-un compositor brasileño entrado en años- cuando guitarra en mano y algo aburrido, pudo admirar las maravillas que puede hacer Dios en la belleza, la gracia, el ritmo, la juventud y la cara de ilusionada de una muchachita mulata de cuerpo dorado que balanceándose, iba como una sirena arrepentida en busca de su mar y viéndola alejarse inalcanzable el músico sintió, tal vez por primera vez, que su tiempo ya había pasado y que con aquella belleza alejaba también su propia juventud.

     Cuando aquella figura olorosa alcanzó a la multitud, las gentes como si de una aparición de la virgen se tratara, se abrieron milagrosa y espontáneamente dejándole paso sin rozarla y sin que ella tuviera que hacer el menor gesto para solicitarlo. C
uando el gentío se cerró de nuevo tras ella como lo hicieran las aguas del Mar Rojo tras el paso de Moises, desapareció entre la multitud y aún retumbaba en el cerebro de Salvador la cadencia tropical de la bosanova de Moraes, un sabor amargo subió a su boca !Jamás había sentido por nadie lo que sintió por aquella muchacha !. ¿Era eso el amor?, ¿Era eso el famoso flechazo del que todo el mundo hablaba y que a sus 45 años aun no había sentido ni si quiera por los números...?.

         Salvador se sabía raro, la verdad…., tal vez un poco "Síndrome de Asperger", su capacidad de empatía era mínima y lo mantenía alejado de los demás sin el menor sentimiento de soledad ni la más mínima necesidad de cariño, pero no estaba tan emocionalmente anestesiado para no ver que haber crecido sin madre ni referente femenino alguno y con un padre amargado por el recuerdo de la mujer que perdió en aquel desgraciado parto, había determinado en él una discapacidad para dar y recibir unos sentimientos que nunca vio expresar en su infancia.

         Además... amigos, él siempre había tenido alguien que le acompañaba, alguien con quien conseguía comunicarse y expresar lo que sentía…, primero fue amiga, luego novia y ahora, era como una esposa: !! La ciencia matemática !!. De siempre, la Estadística con sus leyes de probabilidad regían todos sus actos y decisiones en el ámbito cotidiano y salvador computó velozmente en sus neuronas y concluyó para si mismo, que con lo que él podía ofrecer, sus posibilidades con aquella muchacha eran tan bajas como acertar el premio gordo de la lotería con un solo boleto y…!Eso sí!, !Él jamás jugaba a nada que no ofreciera un margen razonable de éxito !.

         Así que, diciéndose esto y tras un trago de aguardiente que le recompuso el ánimo, Don Salvador desechó con decisión de su cabeza lo que le había sentido con aquella muchacha como si fuera un puñado de formulas erróneas cuyo folio arrugado tirara a la basura.

        Pero no era tan fácil el asunto como él creía y aquel "flechazo" debió dejar algún pequeño virus juguetón o un poco de veneno intrigante, porque Don Salvador, con la humildad del que se sabe impotente ante algo, no estaba dispuesto a renunciar del todo a aquello mientras dependiera de él y
 acababa todos los días precipitadamente su clase de las diez en la facultad para bajar a paso ligero hasta la plaza, sentarse en su terraza y ocultándose como un espía solapado tras el diario abierto por el "sodoku" y gozar de aquellos segundos de felicidad notando el tembleque que le hacía sentir en el alma el paso de aquella muchacha envuelta en su misterioso efluvio.

          Alicia, recordaba bien la mañana del primer día que aquél hombre salió del anonimato para ella.! Fue su olor!, si, !Seguro que fue eso!, porque aun no había llegado a la altura del lugar donde él, inclinando la cabeza como un "dos", escribía algo en un periódico completamente concentrado y abstraído, cuando un golpe de brisa la dejó aturdida con el aroma más delicioso que jamás había percibido. El corazón comenzó a latirle desbocado, sus mejillas se arrebolaron y una extraña flojera en las rodillas le hizo aminorar el paso. Si, era algo profundo y masculino … tal vez romero o tomillo… pero fuera lo que fuera, había penetrado en su vientre provocando una sensación de anhelo, una necesidad, un extraño hueco que la naturaleza le impulsaba a llenar.

       Cuando lo sobrepasó, no lo vio levantar la cabeza…pero como mujer,  Alicia está segura de que la miró porque aquella sensación cálida que inflamó su espalda al alejarse no podía ser mas que la de su mirada.

         Alicia, nunca analizó porqué lo hacía, pero siendo patológicamente tímida, se conformaba con sentir aquello y sin apenas proponérselo, renunció a cualquier trayecto a su trabajo que no fuera aquél, ni a cualquier otro turno que no le dejara pasar a las diez y cuarto por aquella plaza para poder sentir cada día como una droga que necesitara para vivir, aquella sensación misteriosa que aquel aroma producía en su cuerpo.

       La Sala de rehabilitación del ala de traumatología, estaba en un oscuro sótano del hospital llena de aparatos gimnásticos, camillas blancas y paredes invadidas por extraños artilugios con volantes y poleas… Alicia, entró con un portazo. Llegaba algo tarde y el paciente que le habían asignado para la rehabilitación de una fractura de tobillo hacía rato que  la esperaba 
enfriándose en la camilla con su cuerpo desnudo y apenas cubierto por un travesero blanco. El hombre permanecía pacientemente tendido bocabajo con la cabeza metida entre los brazos. Alicia, pidió disculpas por la tardanza con una leve excusa y se dispuso a trabajar.

           Llevaba un mes sin ver al hombre en la plaza y sin sentir aquella sensación y estaba irritable y de un humor de perros. Además estaba desconcertada y sobre todo preocupada de que aquello le pudiera afectar tan profundamente que apenas le apeteciera comer y su trabajo que siempre la había ilusionado, le pareciera ahora monótono y pesado.

          A disgusto y con un ademán rutinario y algo brusco, Alicia tomó el lubricante y con gesto profesional comenzó a masajear aquel tobillo sin siquiera mirarlo.

          Alicia se quedó sorprendida…! Que tacto ! ! Que piel aterciopelada ! ! Que vello tan suave!....Solo cuando miró hacia abajo, el calor del masaje hizo que el aroma de aquel pie llegara a su nariz y entrara en su cuerpo como la luz penetra en las tinieblas y la dejara totalmente paralizada.

         Cuando Don Salvador al cabo de un tiempo notó la interrupción y volviendo su cabeza preguntó en tono impaciente

- ¿Señorita …? ¿ Pasa algo..?,
 junto a su amado olor pudo percibir en la cara de Alicia la sonrisa mas amorosa y los ojos más tiernos y llorosos con que jamás lo nadie lo había mirado … 

- ! No!, ! No pasa nada caballero ! ! Relájese y continuemos…!

         ! Si, amigos…!. Contra todo pronóstico, la ley de probabilidades había fallado... !. ! Mira que son traviesas esas feromonas...!!. Salvador y Alicia desde ese día jamás se dejaron de tocar y menos de oler…Pero...! Eso sí !, !! Desde entonces también todas las semanas Don Salvador jugó con ilusión a la lotería convencido ya de que la suerte existe !!

fin





lunes, 27 de marzo de 2017

LA TABERNA DEL MUELLE NORTE 2017

Genaro "El Tranchu" entró en la vieja taberna del muelle Norte.

 -!Jóderrrr! , !Qué día! ,! Vaya tormenta! ! Y va ya un mes así! ! Otro puto día a rascarnos los cojones en la taberna!.

El ambiente del tugurio era cálido pero denso y como en una rara ópera culinaria, los cien olores de la cocina acompañaban, como en un coro, a la soprano principal: !La Fritanga!. Los cristales de los ventanucos permanecían empañados, y un leve olor a meados en las mesas del fondo, delataba a las claras. la zona de los urinarios....



Cocinera y esposa del tabernero." La Ramona" era la única que le llamaba Luis Antonio, porque desde que se quedó el traspaso del local, ya hace diez años, el resto de la parroquia, incapaz de cambiar, le llamaba Manolo como se llamaba el dueño anterior y solo los más jóvenes cuando venían ya de madrugada algo borrachos y cargados de cubatas, le llaman "Copas".

Con el gorro de punto hasta las cejas y sin afeitar, Genaro "El Tranchu" tras poner el chaquetón en el respaldo tomó asiento suspirando en la pringosa mesa de hule a cuadros junto a los otros tres compadres que parecía esperarlo y que por sus pintas y por su olor a pescado, se adivinaban marineros ya maduros de la localidad.

Los cuatro hombres parecían hechos con un mismo molde... bronceados.. ya canosos y greñudos... sin afeitar... con arrugas hasta en el paladar y con unas manos llenas de callos y unas uñas rotas y sucias, que hacían que, las mugrientas cartas que barajan parecieran objetos delicados.

Con la voz cascada... el gesto guasón.. fingiendo insultarse y enfadarse en una comedía diariamente representada, uno apenas  podría distinguir en aquél grupo a el uno del otro, si no fuera por el color de sus camisas de franela de cuadros..... !Ah!... y porque que "El Colás" llevaba gafas metálicas , "El Polaco", no soltaba jamás el palillo de la boca, y porque "El Espinas" que era un andaluz que desde Huelva se vino al norte cuando la "Gran Amarrada" de la flota pesquera del Sur allá por los años 90 acabó con la faena frente a las costas de Marruecos, tenía una gran cicatriz en el ojo derecho que le había hecho un moro en un asunto de faldas y la movía graciosamente cuando "ceceando" se quejaba de algo, lo que era prácticamente a todas horas del día.

Un servidor…,es decir yo, trataba de pasar desapercibido junto a la ventana y callado como un muerto frente a mi aguardiente, fingía, mirando de reojo, leer la prensa deportiva con el periódico extendido sobre la pequeña mesa, tomando en mi mente notas ávidamente y tratando de disimular de mi persona cualquier rasgo de intelectualidad que pudiera romper la pureza de la observación, consciente de que ese día, había dado con un tesoro para mi inspiración literaria y admirado completamente de que a estas alturas del siglo de las nuevas tecnologías, aun existieran hombres y lugares que parecían no haber cambiado desde mi infancia.

Sentado en una silla baja de madera repintada, Genaro "El Tranchu" dijo estirándose hacia atrás

-! Hay que joderse !.! Otro día con la barca amarrada! ! y.. en plena temporada de la Anchoa !...y la "Santa Brígida" en el puerto..de "Charreta" con las otras barcas... a cotillear en vez de trabajar...

El Manolo, le replicó desde detrás de la barra mientras secaba los vasos:

-Pero.. !Tíos…!,, !Con el día que hace…! ¿Qué leches hacéis aquí dándome faena ya a la nueve de la mañana, Coño?! Deberíais estar en casa pegándole un polvo a la parienta calentitos en la cama !....!

El Espinas, terció quejándose como siempre…;

-¿A la parienta…? ja ja ja... , Dezde que ze le fué el "tema"…, la moztruación eza o como ze llame...zacabó el zezo..y la zeza... .Una vez al mez....como musscho, con zuerte.. y zi huelen que va a habé un "motín a bordo"....

El Polaco, que no había abierto aun la boca desde que entró, le dijo al tabernero en voz alta: 

-! Manolo! ! como se nota que vosotros dos sois más jóvenes y que la Ramona aun te responde a una buena mano en el culo!

La Ramona gritó desde la cocina solidaria con las mujeres

-!Ehhh.! ! Que os oigo..! ! Piratas! ¿a ver qué decís de nosotras..?

Manolo, les hizo un gesto de silencio desde la barra, pidiendo paz por favor para no tener que pagar él las consecuencias

En ese momento se oyó al Colás farfullar en voz baja pero sin soltar el palillo de la boca :

-¿Ahora…?  ! Ahora no paran en casa las muy putas....! compran en Mercadona en un "plis-plas", y luego.. como una banda de gallinas,.. todas juntas se van  al pilates...al acuagym....a caminar para los huesos....a comprar soja y hierbas para los sofocos....y llegan a las dos de la tarde a casa, con la lengua destrozada de largar y largar para hacer un hervidito de verduras de régimen en diez minutos....

Pegándose a la queja general, Genaro "El Tranchu" añadió reguiñando :

- !Ah..! y luego... durante toda la puta comida ..! que si eso es malo..., que si tiene mucha grasa animal..que si ya vas por el segundo vaso de vino.... que el café te va a ir mal para la tensión...! Joder ! !No han entendido aun, que nosotros nos moriremos diez años antes que ellas, hagamos lo que hagamos!.

El Polaco se levantó con cara escéptica y como asumiéndolo todo dijo con resignación:

- Bueno… me voy al "Water-de-no-cagar" a liarme un cigarro.

Desde que se había prohibido fumar en los lugares públicos, El Manolo, avispado, había dispuesto en la taberna como "water-de-no-cagar"...es decir... el de fumar..., en el servicio de señoras que tenía una amplia ventana al acantilado y que casi no se gastaba por la ausencia crónica de mujeres en el antro. En aquel angosto reducto cabían hasta tres tíos fumando a la vez pero...! Eso sí…! con la ventana abierta, la absoluta prohibición de hacer necesidades y pasando el pestillo por si venía la inspección.

Al final, El Colás, que por las gafas parecía el filosofo del grupo se quedó solo en la mesa dado que no podía fumar por su asma y aunque no me conocía de nada, girándose de costado, se dirigió confianzudo a mi y me dijo:

-!Mire forastero!....Aquí, la casa de tierra... és de ellas, y solo de ellas....¿Nuestra casa? , !Nuestra casa es nuestro barco....!  y cuando está amarrado..., nuestro único respiro, está aquí, en la taberna....., con el Manolo y la Ramona...

Me quedé allí un rato más..., sentado...,escuchando.. y reflexionando sobre la maravillosa capacidad de adaptación del género masculino, en su humilde simpleza, y como, sin apenas proponérselo, encaja los golpes cotidianos del destino con estoica resignación...


viernes, 17 de marzo de 2017

EL AROMA DE LAS ROSAS

     !Plaaaás !, el tremendo bofetón resonó terrible, cruzándole la cara y dejándole el labio superior partido y la nariz sangrando. 

      Cayó hacia atrás sobre la endeble silla de ikea destrozándola en astillas al tiempo que con el brazo abierto, barría la superficie de la mesa primorosamente dispuesta para cenar e intentando sujetarse fue arrastrando de ese modo platos... copas... cubiertos... e incluso, una pequeña vela que ardía romántica. Todo cayó como una pequeña catarata, con estruendo de cristales, para hacerse añicos en el suelo.

      !Cobarde ! !Desgraciado! ! Hijo de pu...! El insulto quedó interrumpido por una dolorosa patada en el costado que le cortó el habla y la respiración y mandó su cuerpo hacia el pasillo mientras su mano izquierda se cortaba en la palma con un trozo de porcelana blanca al intentar incorporarse para huir.

      Era inútil.... Le arrastró del pelo hacia la habitación del fondo..., pero no llegaron a la puerta. 

      Por un momento… se asustó de que nadie pudiera socorrerle ni oírle, en una casa tan aislada..... Allí, en la estrechez del corredor, en la semipenumbra, de un violento tirón le desgarró la ropa interior y poniéndole a cuatro patas, penetro su cuerpo con brutalidad y comenzó bombear violentamente... a sacudidas... fuera de sí, como un poseso, gritándole barbaridades y clavándole las uñas en los hombros.... Cada golpe de su pelvis era como una puñalada… 

      Pero con el dolor.... también en cada embestida.... iba sintiendo brotar el deseo de su vientre como si le estuvieran bombeando lava volcánica en su interior.... bajo su cara, en el terrazo gris del suelo, junto a la sangre y las lagrimas de sus ojos, comenzó a caer también un chorro de saliva..que colgaba densa junto a sus translucidos mocos.... !Si!, estaba babeando... y estaba babeando de... puro gusto... 

      Luego.... sintió el desgarro.. la sangre... un dolor insoportable.. y el mas tremendo y descomunal orgasmo que había tenido en mucho tiempo...y...ahí, su recuerdo fundía a negro...!Había perdido la conciencia...!.

      Despertó en la cama revuelta, no había ya nadie a su lado.. el sol través de las blancas cortinas iluminó sus parpados mostrando un bello violeta oscuro de su ojo hinchado. Sintió su calor..y luego... sintió el dolor... primero fue consciente de su magullada cara, el costado le dolía al respirar, luego estaba el corte de la mano.., y por ultimo sus escocidos y desgarrados bajos...


       !Este animal un día me va a matar!, pensó antes de intentar moverse, luego se estiró despacio y con dificultad pero... poco a poco el dolor se iba convirtiendo en una sensación de bienestar y dulce pereza que se extendía por su todo se cuerpo poniéndolo agusto. 

      !Tenía hambre!, !Mucha hambre, !Si!, pero lo primero.. era lo primero...... Sonrió, ! Si, sonrió..! ante el espejo del baño y pacientemente, comenzó con el conocido rito de la reparación de daños: ducha, desinfección, maquillaje cremas... analgésicos... vendajes....! .Por menos debería tardar una semana en aparecer por el bufete, pensó, !Menos mal que su trabajo podía hacerlo desde casa con internet...!

     Sabía cómo provocar al sádico que llevaba Pedro dentro de ese aburrido economista con celos... con insultos.... removiendo su inseguridad y su represiones...y culpabilizando con saña sus insuficiencias... y le gustaba hacerlo cuando la luna en creciente lo tenía fuera de sí y no paraba hasta que lo convertía en una bestia sin control....! Si! ,era una pena que el resultado fuera tan descontrolado, que solo podía llevarlo a cabo de vez en cuanto, y era una pena porque solo el dolor, sufrimiento y la terrible humillación, podía excitar su cuerpo masoquista hasta el mayor éxtasis.

- Riiing- ,El timbre de la puerta había sonado provocándole un sobresalto

      Abrió con cautela-

-¿ Alberto Sánchez?... Un joven sostenía un ramo de flores con una mano a la vez que ponía la otra mano en bandeja para recibir una propina.

- !Si soy yo!...

      Este ramo es para Vd. dijo el muchacho, impasible, con voz profesional

      !Gracias!, dijo Alberto a la vez que recogía el ramo buscando unas monedas en el bolsillo de su batín...

      Cuando cerró, se apoyó abandonadamente con la espalda en la puerta mientras murmuraba bajito..! Es encantador que ese gilipolla se sienta culpable!. Había tenido suerte, pensó Alberto, hacía mucho tiempo que ya no se preguntaba porque era así...., pero había tenido mucha suerte de encontrar a Pedro. Pensó en ellos dos. Para él, eran como esas piezas de puzzle que encajan únicamente una con otra. Si, !Había tenido suerte... y lo sabía..! hay personas que jamás encuentran su pieza .. y él…, él la tenía.......


     Sin moverse de la puerta, quitó de un manotazo el envoltorio al ramo y aspiró el delicioso aroma de aquellas rosas mientras lo estrechaba en su pecho hasta que las agudas espinas lo hicieron sangrar....







viernes, 10 de marzo de 2017

PECECILLOS AZULES

     Eran ya quince años, !Quince!, desde que la casualidad le trajo a este pueblecito pesquero, y se podían contar con los dedos de la mano los días que no había ido a pescar aquellos pequeños peces azules desde el muelle en la dársena interior del puerto.


     Lo curioso, era que para Alfonso el pescado no tenía demasiado interés, ni siquiera el mantener una lucha con los peces para engancharlos y sacarlos sin que se escaparan, le producía la menor emoción. Pero…había descubierto, casi por casualidad también, que como a otros el alcohol o el juego, la atención casi hipnótica que debía poner sobre aquella boya roja esperando que la hundiera el tirón del picotazo, le producía un efecto de sedante sobre su soledad y sus angustias…, Alfonso, en fin, había descubierto el efecto paliativo que tenía la pesca sobre sus penosos días anestesiando horas y horas de dolor….

     Entre los pescadores de caña de aquel muelle de madera, aquel patético hombrecillo realmente era un verso suelto. Sus materiales eran primitivos y sus lugares de pesca aleatorios. Aquel hombre prefería que los peces le buscaran a él antes que situarse donde se suponía que ellos tenían su guarida.

      Al principio, cuando como ausente volvía a tirar los peces azules de su cubo al mar, el resto de pescadores, lo miraban como a un loco entre confusos y perplejos mientras los garzos peces, de nuevo el agua, chapoteaban buceando con alegres destellos plateados hacia su invisibilidad. !Lo que son las paradojas…!. Aquellas pequeñas bestias escamosas y glaucas parecían amarlo a él, porque lograba pescar más que ningún otro pescador e incluso sacaba peces cuando nadie lo hacía con el consiguiente rencor del resto de pescadores que lo espiaban de reojo para luego mirarse unos a otros con cara de cabreo.

       Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Alfonso había comprobado que esa afirmación también era cierta para los peces, bueno… quizás lo que ocurría es que la tendencia al olvido de aquellos vertebrados subacuáticos- la famosa memoria de pez- era más cierta de lo que se creía, porque a veces pescaba el mismo pez no dos, sino varias veces e incluso el mismo día y le tentaba quedárselo y comérselo como castigo a su gilipollez. Pero luego… , Siempre benévolo, se decidía por también soltarlo al final de la jornada pensando que aquel pez actuaba como él mismo lo había hecho en el pasado con la obsesión del hombre que vuelve y vuelve a buscar una mujer una y otra vez, incluso hasta cien veces sin desengañarse…

      ! No !. No eran recuerdos lo que Alfonso tenía que apartar de su cabeza, eran sentimientos no olvidados de amor y culpa que estaban siempre abrasándole entre sus sesos.

       Durante años, cada tarde, Alfonso había vuelto al patio emparrado de Margarita una y otra vez y siempre con el resultado negativo de su rechazo a veces indiferente, a veces colérico y a veces condescendiente, pero siempre humillante y descorazonador y…, una y otra vez cada noche volvía abatido y descorazonado a su casa, para levantarse al día siguiente con el recuerdo borrado del día anterior y comenzar de nuevo con una semilla de esperanza ilusa que iba creciendo con las horas en su pecho hasta hacerle pensar que algo había cambiado con el nuevo día y volver por la tarde al emparrado de Margarita intentarlo de nuevo.

      Alfonso, solo acudió a la psicóloga pensando que había perdido la razón cuando una mañana reparó en que sus días se habían convertido en los últimos años en una especie de "día de la marmota" y se estaba sintiendo atrapado ya como una mula enganchada a una noria que envejecía dando vueltas a la rueda. Entonces, fue cuando averiguó que él era adicto a Margarita y que en realidad necesitaba masoquistamente su rechazo como si fuera la Heroína o una droga más adictiva.

      No fue ella, fue su Madre. Alfonso cree que a ella le gustaba en el fondo …quizá para ella sus negativas tenían un punto sádico pero entretenido, porque Margarita, tampoco hacía caso a nadie que no fuera él y fue su madre y no ella, la que le acusó de acosador y lo amenazó con la denuncia.

      Cuando Alfonso se dio cuenta de que verdaderamente aquella buena mujer tenía razón y que aunque cortésmente, él estaba acosando a Margarita e impidiendo con su egoísmo que otros hombres tuvieran la menor oportunidad, decidió, como única solución para terminar con su adicción, poner tierra de por medio y perderse de su vista sin ni siquiera despedirse cruzandose medio continente para evitar perjudicarla.

      Pero…no creáis que ese hombre la olvidó ni un solo día…., solo lo lograba mientras pescaba… , solo mientras pescaba aquellos pequeños peces azules…

      La verdad, es que Alfonso nunca supo más de ella, pero en su cabeza, jamás pudo caber nadie mas. En área del amor de su cerebro solo habían entrado ella y su propia adicción al amor no correspondido y ambos, habían cerrado la puerta tras ellos.

      Sin embargo, lo que él tampoco supo nunca, es que ella lo deseaba y lo esperaba con impaciencia todas las tardes para rechazarlo y que desde que se fue, Margarita no volvió a ser la misma. Después de su trabajo, cada tarde…, bajo la triste y preocupada mirada de su madre desde la ventana, aquella muchacha se sentaba en el patio a bordar el tapete de pequeños peces azules, que mirando a Alfonso con el rabillo del ojo, fingía bordar con indiferencia la última vez que lo vio.

   !Si amigos ...!.Ella empezaba cada día aquel maldito mantel esperando cada día ver aparecer a Alfonso y cada día también, como el Peplo de Penélope, lo deshacía al anochecer cuando su Ulises no había aparecido.

      Estoy seguro de que aunque ha pasado suficiente tiempo para que las almas cómplices y perdidas de Margarita y Alfonso, separadas por medio planeta, habiten ya en dos cuerpos ancianos arrugados y decrépitos, y pasen aun sus solitarias tardes entre pececitos azules vivos o bordados.


     Pero estoy seguro también, que esas dos almas están destinadas a volverse a encontrar....

     Tal vez no sea aquí en la tierra. Es mas…,a lo mejor será en el mas allá....

      Pero el alma del que llegue primero… ,esperará impaciente sobre una nube blanca a la otra, para continuar la vieja comedia del patio emparrado y el mantel de pececillos azules durante toda la eternidad.