viernes, 15 de enero de 2016

EL SUPERDOTADO

La verdad… No me hubiera fijado en él si no fuera por el desproporcionado paraguas que llevaba aquel día borrascoso de otoño. Debía haberlo visto antes, pues él me confesó que habíamos estado juntos casi codo con codo en numerosas ocasiones cuando recogíamos a nuestros hijos a las cinco de la tarde, pero yo sinceramente, no había nunca reparado en él.... 



Parecía mayor que yo por lo menos diez años... Era un hombre maduro, corriente, tirando a desaliñado, pequeño y con cuatro pelos entrecanos mal peinados. Iba vestido con un terno oscuro que le quedaba holgado y no es que fuera mal vestido,no me malentiendan..no se trataba de las prendas, que eran limpias y correctas..se trataba de la impresión que les daba la indiferencia con que eran llevadas y lo indolente de su gesto que comunicaba a la tela en todo momento el mensaje de ser algo superfluo.

Mientras esperabamos la salida de los chavales, me confesó que su niño, que era de la edad del mío, había sido fruto de costosos y largos tratamientos de fertilidad y llegó como un milagro cuando eran ya mayores y habían decidido que aquél era el último intento.

Pero 
la casualidad quiso que ese mismo hombre saliera del colegio minutos más tarde llorando desconsoladamente con un niño rubiales y canijo agarrándosele de la mano izquierda mientras que con la derecha, llevaba un papel medio arrugado contra el mango que sostenía aquél enorme paraguas negro que se me antojó las alas de un murciélago gigante.

A mí,...las lagrimas siempre me ablandan y no pude menos que acercarme a consolarlo….

- ¿ Que le pasa señor?...¿ Que le han suspendido al chiquillo?...! No se ponga Vd. así hombre!…! Son cosas que pasan! ..Al mío le cayeron tres asignaturas el mes pasado y este mes me lo ha sacado todo bien…

-!No!. No es eso caballero…Es una verdadera desgracia…    ! Es algo irreparable!...dijo entre los sollozos y moqueos..

-Venga… venga…Ya será menos…Le dije alargándole mi pañuelo de dudosa limpieza mientras lo guiaba hasta una taberna cercana para que tomara una copa y se tranquilizara.

Nos sentamos en una minúscula mesita de mármol que había a la entrada del establecimiento sin perder de vista a nuestros respectivos hijos que chapoteaban el los charcos de un cercano jardín aprovechando que la lluvia había cesado.

A mí, me daba pena lo sentido de su lloros que acompañaba de hipidos que no le permitían hablar y de nuevo intenté consolarle..

- Mire...! No sé lo que ha pasado! .. pero siendo cosa de estos diablillos, seguro que tiene solución..le dije..

Por fin y tras un largo trago de Coñac, se calmó lo suficiente para poder articular alguna palabra y mientras negaba con la cabeza desesperadamente mirando al suelo dijo..

- ! Superdotado ! ! Me han dicho que es superdotado…! ! y además en grado máximo ! ! Que desgracia por Dios ! era lo último que deseaba que le ocurriera en este mundo..

Yo, que soy un tipo normal, me quedé atónito…no entendía nada…si a mí me dicen eso de mi chico en el colegio, hubiera dado tales saltos de alegría que me hubieran tenido que bajar de la lámpara del hall en la entrada del colegio..
El hombre, me explicó que él también era un superdotado.Sinceramente no me esperaba algo así de él..y es que ser superdotado es algo que no se nota desde el exterior. Lejos de lo que los normodotados pensamos de ellos con cierta envidia, su vida no reflejaba la impresión de que su exceso de inteligencia le hubiera servido para ser alguien relevante…no sé… un líder… un triunfador…alguien destacado en algún campo de la ciencia o de las artes o tal vez un sesudo profesor de universidad cuyas ideas originales e innovadoras le dieran fama de "enfant terrible". 

Yo, la verdad, hubiera esperado algo diferente de un superdotado, incluso en su aspecto….Pero aquél hombre generaba tan poco interés que era invisible para cualquier observador….porque los observadores son seres curiosos a los que algo llama la atención y en él nada llamaba la atención. 

-! Mire amigo!, continuó algo más calmado... El superdotado ve más que los demás..con más profundidad, y dentro de su cabeza, quiera o no, relaciona las cosas unas con otras hasta tener visión global de las mismas y pronto se da cuenta que vive en un mundo inconsecuente donde nadie hace lo que debiera a sabiendas de que a la larga está mal… Esta sociedad y sus gentes…, empresarios… economistas…obreros  etc.… viven al día sin pensar en el futuro de ellos ni de sus hijos…Ve como el planeta se autodestruye y se superpuebla y los hombres actúan como las hormigas que se comen el árbol entero sin pensar que cuando se acabe, ya no hay más.. y lo peor de todo…es que el superdotado no suele tener poder alguno para remediarlo, 
por ejemplo, ve impotente , como los políticos con tal de que los voten consienten a los electores como niños malcriados dándoles lo que piden y no lo que deben... ¿Se imagina usted una casa donde el padre ganara su lugar por elección de los niños?... Al Superdotado, su inteligencia le traiciona y su carácter no le acompaña, no es un supercarácter. La angustia, la depresión, el aislamiento y la falta de comunicación con los demás, hace de su vida un tormento y le lleva a perder el gusto por las cosas y a no ambicionar nada. ! Si ! realmente tiene muy pocos momentos en que se sienta feliz…para ello debería no pensar y eso es muy difícil para él...

¿Sabe Vd.? ! Es curioso!…Pero la mayoría de los superdotados se pierden en la infancia porque padres y educadores no entienden su raro comportamiento y lo aíslan como a un enfermo mental, y si tiene la suerte de que alguien lo detecta y potencia sus capacidades, puede llegar a ser alguien valioso y útil para la sociedad hasta que él mismo se pone límites y abdica de un mundo que no entiende.

Por eso lloro..Porque cualquiera que sea el resultado, este niño en este mundo está condenado sin remedió a sufrir continuamente desilusiones y desengaños y a no ser feliz…como yo no lo soy ni lo he sido nunca.

! No se lo creerá usted amigo! pero tener demasiada inteligencia realmente es una discapacidad en la sociedad actual…

Por fin, tras algunos suspiros, el hombre se fue calmando y con una mezcla de resignación y fatalismo se quedó mirando con mirada ausente como jugaban los niños...


Cuando lo dejé allí, ya había oscurecido y chispeaba de nuevo. Me fui caminando 
rumbo a mi casa con mi hijo de la mano por las calles encharcadas deslumbrados por el reflejo de los faros de los automóviles. Mientras caminabamos, pensé un poco en aquellos superdotados…  ! Me dieron pena !…Nunca me he alegrado tanto de no ser demasiado listo, incluso un poco zoquete, y de que cualquier cosa me parezca bien…Luego mire a mi chaval con ternura pensando con satisfacción lo burro que era para las matemáticas…

Seré sincero, a los cinco minutos, dejé de pensar en el tema y apreté el paso. El partido de fútbol de la tele empezaba a las ocho y mi mujer cuando me fui de casa estaba  haciendo  una tortilla de patata que olía de rechupete…La boca se me hizo agua…