sábado, 30 de julio de 2016

ENTRE DOS LUCES

Cuando entramos en el agua, los dos sabíamos lo que iba a suceder…aun así, entramos tranquilos mientras el sol del ocaso daba un bello color dorado a nuestras espaldas y el azul oscuro del mar en calma ocultaba nuestros rostros a contraluz…


Nos conocíamos hacía algunos meses y entre confidencias en voz baja se fue tímidamente cocinando algo que estaba a punto de aflorar. No había sido un flechazo. Con cada encuentro, entre cigarrillos y gintónics y el testigo de luz dorada de las velas, se había ido cociendo a fuego lento un sentimiento tierno y amoroso que alentado por la complicidad y las largas conversaciones susurradas en las tranquilas terrazas estivales, se dejaba encubrir aun por la amistad mientras la brisa fresca de la noche los envolvía con el suave olor de un lejano jazmín..

Los dos sentíamos el momento. La magia de aquel ocaso en la soledad de la playa, cuando los niños y los ancianos ya se habían retirado y los adultos huidizos y esquivos se adueñaban silenciosamente y por parejas de la arena fresca en las suaves curvas entre las dunas.

La luna llena aun de color marfil, esperaba con paciencia que el sol retirara su reflejo cálido y cegador del oleaje para iluminar con el suyo frío y misterioso lo que se veía de nosotros.

Cuando con su último rayo el sol dijo adiós tras los violáceos montes, hacía rato ya que nuestros bañadores se habían perdido arrastrados por la resaca fresca que enfriaba nuestros pies bajo la tibieza del agua vespertina…!No!...Aun no había sexo… solo una sensualidad infinita…solo un juego de cortejo con toques y deslizamientos de anguila, curvas resbaladizas, pezones endurecidos, carne de gallina…roces infinitesimales de manos raudas en puntos perfectos, risas iluminando blancuras seguidas de huidas fingidas, suaves identificaciones de pechos, nalgas y caderas resbalosas endurecidas por el frescor del agua.

Mas tarde, las miradas se nos fueron haciendo intensas de deseo a la vez que la suave oscuridad intentaba resistir a los mil reflejos horizontales con que las olas rompían el rayo de la luna llena mientas nosotros íbamos fluyendo lentamente hacia los largos abrazos..,los cuerpos que se demoran buscando acoplarse...,las lenguas que se buscan y se enroscan en silencio mientras la respiración se agita y el corazón se acelera...,las durezas que buscan entre los rizos ásperos y las cabezas que se echan hacia atrás con los cabellos pegados y chorreantes con las barbillas al cielo para gemirs de placer. Si..., Esos cuerpos que se cuelgan de tu cuello. Esas piernas que se abrazan a tu cintura. Esa flor que al fin se abre entre las piernas con entrega total…..

Ayyyy !! Joderrrrr!!! ¿¿Que es éstoooo??...!!! Qué escozor….!!! ¿ Que me has hecho???

A veces en la vida…cuando sientes que una cosa has anhelado mucho y que alcanzarla ya es imparable, que no tiene ya vuelta atrás y que ya nada puede impedir que sea tuya…. algo...digo, la hace desastrosamente imposible dejándote sonado y desorientado con cara de imbécil , sin saber por unos instantes que es lo que ha ocurrido.

Durante unas decimas de segundo nos miramos con los rostros atónitos y los ojos fuera de las orbitas…luego, parecimos entender, y emprendimos a la vez una loca carrera hacia la orilla salpicándonos el uno al otro en una alocada huida mientras íbamos gritando histéricamente y maldiciendo las medusas a la vez que corríamos incómodamente frotándonos nuestras respectivas partes con las manos.

!! Si !! Aquella puta medusa había metido entre nosotros en el preciso lugar y momento para destrozar la maravillosa culminación de nuestro idilio.

Corrimos a través de la arena húmeda de la orilla de la playa lastimándonos los pies con el filo de las frágiles conchas rotas buscando la aspereza de la arena seca y fría donde revolcamos nuestros cuerpos desnudos como animales enloquecidos restregándonos con ella nuestras partes mas intimas hasta que, tras unos interminables minutos llorando y quejándonos, quedamos en silencio jadeando boca arriba.

Lo siguiente..., fue un viaje alucinante a desesperación. La desgracia y el infortunio se aliaron persiguiéndonos como una maldición de Dios…. Como un inmerecido castigo por intentar ser felices… Como una versión moderna y actual del castigo de Adán y Eva del paraíso.


No encontramos nuestras ropas que habíamos escondido entre las matas de las dunas. El puesto de socorro hacía horas que estaba cerrado. Las duchas no funcionaban durante la noche, y nuestro urente escozor alcanzaba tal intensidad que precisábamos tratamiento urgente.

Corrimos desnudos y rebozados por la explanada a la luz de la luna, dejando nuestros inútiles coches atrás juntos mirando al mar y nos plantamos delante del primer vehículo que pasaba por la carretera costera y al que obligamos a detenerse 
con un terrible frenazo para no atropellarnos . A la luz de los faros, éramos como monstruosas apariciones recién salidas tumba. Tras el susto inicial, el conductor accedió de mala gana a llevarnos al hospital entendiendo la situación pero sin disimular el el asco y la aprensión que le producía que le pusiéramos la tapicería perdida de arena con nuestros desnudos culos mojados y... ! Por fin !, tras un viaje tan incómodo como violento, entramos a todo correr en las Urgencias del Hospital pidiendo auxilio a gritos.

Cuando las sábanas para cubrirnos llegaron, ya no nos pudieron aliviar...el mal ya estaba hecho. Porque cuando entramos en la sala de espera espatarrados y rebozados en arena con nuestros genitales enrojecidos y monstruosamente hinchados, una docena de ojos abiertos como platos se dirigieron a nosotros a la vez que surgían las exclamaciones de sorpresa, los gestos de preocupación y las frases ofrecimiento de ayuda y tras ello..., pasado un rato..., todos ya sentados y más tranquilos….fueron apareciendo entre aquellas personas las risitas disimuladas y las miradas guasonas y maliciosas que les provocaba el ver el estado en que se encontraba la altanera y orgullosa alcaldesa de su pueblo en plena campaña para la reelección y que tapándose desesperadamente la cara con ambas manos y olvidándose ya del dolor, lloraba amargamente de la vergüenza y frustración al comprender que aquella desgraciada noche de luna llena, se le había desmoronado de un plumazo y a la vez, el amor y su carrera política.

 Que crueldad muestra a veces a veces nuestro destino erigiéndose en peor bromista que nos pudiéramos encontrar, porque….. no la volví a ver mas...


A ella se la llevaron al pueblo sus conciudadanos después y yo le hice llegar sus objetos cuando tras volver solo y desolado en el gris amanecer a aquella puta playa envuelto como un fantasma en una triste sábana, pude encontrar nuestras ropas y volver en el coche a mi casa cayéndome las lagrimas por las mejillas. !No!, … No se me ocurrió ni llamarla por teléfono, no habría sabido que decir y solo de pensarlo me enrojecía la cara. Yo solo deseaba olvidar aquella humillante noche que había hundido mi autoestima hasta vaciarla.

!Si!… De todo se aprende algo..Si, ahora sé que no es verdad lo que se dice de que el amor puede con todo…. con la Vergüenza… !!! Con la Vergüenza, no puede!!

2 comentarios:

Lola dijo...

Paco,

tu texto describe un bello ocaso, con una situación idílica, esa situación que una guardaría y envasaría en un recipiente del que nunca quisiera deshacerse y como único testigo… la luna, esa luna plena, que siluetea a la pareja que goza y manifiesta su sentimiento de amor.

Uff vaya situación… que pena, que se les cruzara en el camino esa incómoda medusa… por qué medusa?, por qué?...

Genial el texto una vez más y la pintura totalmente expresiva… apasionada en el tema y el colorido.

Lola.

Unknown dijo...

Eres increíble un momento como ese,no merece ser destrozado de esa manera,pero después de esa vergüenza,no no hay pasión suficiente que lo aguante.