miércoles, 5 de agosto de 2015

CANCIÓN TRISTE DE MI CIUDAD

Os voy a contar una historia triste. Si…Una canción triste de ciudad… Tal vez al advertiros, consiga que dejéis inmediatamente de leer esto y tal vez penséis que no esté vuestro ánimo para leer amarguras . Pero.. Si tenéis la valentía de continuar estos renglones, tal vez.. y digo solo tal vez.. encontréis alguna enseñanza como lo hice yo…

Aun no sé porqué... Pero hay experiencias que entran en nuestra alma como un flash o como una flecha de luz y se quedan alojadas allí para siempre marcando nuestro sentido de la vida.

Ocurrió hace años, muchos años, había acabado la carrera, y fascinado por la complejidad de nuestra mente me estaba 
especializan-do en Psiquiatría…La alondra que llevo dentro me tenía estudiando desde las 5 de la madrugada  y ahora, ya al alba, necesitaba un descanso.

Enfilé por los angostos callejones de la metrópolis aun vacía, antes de que el hormiguero humano la invadiera con sus prisas, y puse rumbo al único café que estaba abierto a aquellas horas..

Fue entonces cuando lo vi…bueno…., solo vi un bulto quejoso en el suelo. Estaba tumbado de costado en medio la calleja y los rascacielos acristalados del fondo iluminados por las primeras luces oscurecían sus formas a contraluz.. aquella negrura estaba gimiendo y sollozando a lagrima viva.

Cuando me aproximé en mi camino, vi que tenía los brazos alrededor de su calva, estrujando su cabeza como una tenaza tratando de taparse con desesperación los oídos. Al principio, pensé que se trataba de un sintecho alcoholizado llorando su borrachera y traté de evitarlo dando un rodeo. Pero no, al acercarme un poco más, vi que sus ropas no eran harapos, estaba caído pero no sucio y no había botellas cerca, ni exhalaba el olor fétido y aguardentoso de los mendigos de la urbe..

Pensé que era alguien enfermo, con un inmenso dolor, y como médico, me acuclillé a su lado para auxiliarle..

- ¿ Qué le pasa buen hombre…? ¿ puedo ayudarle..? ¿ quiere que llame a una ambulancia ?

- ! Nooo! ! Déjenme en paz..! !Déjenme en paz Vd. y esas malditas voces que me están destrozando!

¿Voces? a mi cabeza llegó un primer diagnostico, parecía un ataque de esquizofrenia paranoide con su cortejo de amenazantes alucinaciones auditivas…

- ! Mire…! , Permítame que le ayude a levantarse, ahí donde está Vd. y con ésta oscuridad, va a aplastarlo el primer camión de reparto que pase. Además.., si la policía lo ve, se lo va a llevar al calabozo. ! No sabe Vd. como esa gente se las gasta con los desconocidos que merodean los callejones..! !Vamos a tomar algo..! tal vez un café le viniera bien…

Tras insistir un poco, el hombre pareció entrar en razón y se puso en pie trabajosamente con mi ayuda. Las ropas le quedaban grandes y tenía un amplio vacío entre la camisa y el arrugado cuello, revelando lo mucho que había adelgazado.

Aquel hombre no quería tomar nada, solo quería que desaparecieran las voces. Lo acompañe hasta un banco de madera de una plazoleta cercana para alejarlo de los peligros del callejón, y me senté junto a él para intentar calmarlo…

- Pero… ¿ Que le dicen esas voces señor….? ¿ Le amenazan..? ¿ Le quieren matar..?

- ! No me tome por un loco caballero! Soy un hombre culto y no soy un esquizofrénico, son las voces de mi alma, he sido un hombre que ha vivido siempre ignorando a los demás en beneficio propio, no me ha importado la familia, ni la sociedad, ni el dolor de las gentes cuando los pisoteaba, vivía sin escrúpulos, porque no sentía nada más que el placer de dar de comer a mi ego insaciable que nunca tenía bastante. Pero lo que no sabía…, es que Dios no nos hace sin escrúpulos…..! No…! Solo nos permite que los anestesiemos hasta el punto de pensar que no existen… Luego, un buen día, sin saber porque, la anestesia se acaba y cuando miras hacia atrás para ver la obra de tu vida, solo ves desolación, como en el escenario humeante tras el bombardeo en un país de Oriente. Solo víctimas inocentes que lloran , se quejan e imploran ayuda y a las que tú no oído tras tu paso en tú febril camino sinsentido…y que ahora .. que nada tiene remedio, te persiguen sin darte tregua…

Se me cayó el alma a los pies…si hubiera sido locura aun hubiera tenido una esperanza con algún tipo de tratamiento, pero lo de aquél hombre era incurable, ! Era arrepentimiento!.. Solo su propio perdón lo hubiera salvado y él nunca se perdonaría…

Me levanté, y me fui….Duro sí…pero no había ayuda posible, el paciente estaba desahuciado…solo la muerte acabaría con su desesperación. Sería cuestión de horas , días, o semanas…pero al fin sería…

De nuevo la casualidad me llevó junto a él. Apenas habían trascurrido dos días cuando vi sacar su cadáver del rió, lo dejaron inerte junto a la escaleras de piedra del embarcadero del puente viejo. Tenía el rostro sereno, y sus manos blancas y suaves parecían alas de palomas. El azulado del amanecer lo hacía parecer atractivo…su alma atormentada se había llevado con ella toda crispación..

Supe que había sido perdonado, que su arrepentimiento lo había salvado… al fin y al cabo si Dios permite tantos defectos en nosotros no tiene más remedio que absolvernos después…

Si amigos.. Quizás no podáis oír una canción más triste…pero desde entonces… he sabido que hay cosas irreparables y he llevado cuidado de no romper demasiado en mi camino. No es preciso que cuando vuelva la vista atrás vea un valle verde, me conformo con no ver demasiadas victimas…