!!!Cáncer!!!.... La tenebrosa palabra era para Daniel una
paradoja, un guiño del destino, una cómica coincidencia ¿ No podía morir de
alguna otra cosa…? Precisamente…de Cáncer…
El Dr. Don Daniel López-Ceballos,
estaba a punto de jubilarse y había
destinado toda la vida a la lucha contra el maligno cangrejo que te come por
dentro, el temido cáncer, y ahora
escuchaba en silencio impasible el diagnóstico de su compañero Miguel.
¿ Seguro Miguel?
! Qué más quisiera yo que poder decirte lo contrario!
¿De Páncreas? ¿No?
!Si !, Como tú ya te temías..
¿ Tiempo?
Dos o tres meses a lo sumo si no hacemos nada
ya. Si te extraigo la mayor parte del
tumor… luego con quimioterapia y radiaciones… tal vez pudiéramos
alargarlo un año, tal vez algo más, si nos decidimos a volver a operar más adelante….ya sabes….
! Ocho semanas…. ! ! Es tan poco…! ! Apenas un suspiro! Debo arreglar muchas cosas antes de irme. Testamento….,preparar
a Elsa….ver nacer a mi nieto a punto de
venir….Hasta ahora y con tanto trabajo, no he podido ordenar mi vida ….No es que no
esperara algo así, pero pensaba que Dios me llamaría algo más tarde. ! Le deben
hacer mucha falta médicos a Dios allá
arriba. Con tanta guerra , el cielo debe estar lleno de almas inocentes
heridas….
Daniel, tras
finalizar los estudios, se había especializado en Oncología. Iba con su
carácter. Valiente y tenaz pero humano y comprensivo con el sufrimiento de los
demás, había vivido la lucha contra el cáncer con pocos medios en aquel pequeño
hospital. Los éxitos, eran muy pocos, pero…,nada vanidoso, aprendió a sentirse satisfecho
ganándole al enemigo pequeñas batallas a
sabiendas de que la guerra la tenía perdida de antemano en la mayor parte de
sus casos. Ahora…y desde hacía cinco
minutos, el Dr López-Ceballos, Don
Daniel, se había convertido en un "caso más".
Pero Daniel, no era ya el joven que empezó….. La
experiencia y el estudio habían cambiado
sus conceptos además de su apariencia. Ahora seguía alargando existencias y
evitando el sufrimiento, pero en su interior , la lucha se había convertido en
otra cosa para él. El Cáncer, ya no era un enemigo irreconciliable, era solo un
mecanismo natural de dejar sitio a los demás en un mundo superpoblado y ciego, en
el que los seres humanos apenas cabíamos.
Sin guerras mundiales, sin enfermedades infecciosas, sin hambrunas planetarias y con pocos
peligros exteriores, la naturaleza mediante el cáncer, dejaba paso a la nueva
vida eliminando otra más vieja. Era un autentico "suicidio" del propio
cuerpo…! una autoinmolación en toda regla…! . Daniel entendía ahora que el cáncer
no era más que eso, una rebelión de tus propias células con tu nombre y
apellido cada una de ellas, que se dedicaban a crecer y desplazar a las demás
dándole así en al cuerpo, un autentico golpe de estado que tomaba el mando y que
resultaba tan duro para el individuo, como necesario para la subsistencia de la
especie.
Hacía tiempo ya que él se sentía como aquel viejo párroco,
que a base de estudiar ciencia y biología, en la mitad de su vida dejó de creer
en Dios, pero lejos de angustiarse o deprimirse por su ateísmo, sin decir una
sola palabra a nadie, siguió predicando y ayudando a los demás exactamente
igual que antes, porque existiera o no
existiera Dios, lo que él hacía, era lo mejor para la gente.
En su fuero interno… Daniel ya no estaba de acuerdo con la
dirección que había tomado la medicina actual de desperdiciar la mayor parte
del dinero destinado a investigación de curar lo incurable y desatender cosas
que sí tenían un arreglo duradero : la desigualdad, el sufrimiento infantil o
la violencia sobre los inocentes… . Para Daniel la lucha contra el Cáncer estaba siendo desproporcionada y de algún
modo injusta con la humanidad.
El siempre había tenido un sentido biológico y global de la vida.
Se había considerado a si mismo un animal mas, es decir, muy poco diferente en
su esencia al resto se seres vivos del planeta . Le gustaba pensar en lo justa
que era la naturaleza que en su perfecto equilibrio, se había dotado de seres
depredadores que liberaban al resto de animales de la responsabilidad de
cargar con los que no tenían fuerza o
salud para vivir, permitiéndoles así , luchar
mejor por su propia existencia . Los depredadores,
aliviaban su sufrimiento eliminando a los ancianos enfermos y débiles ,que ya no
podían afrontar la dureza de la vida, con
total eficiencia y sin crueldad, reciclando
sus resto sin desperdicio alguno, para poder
así comenzar de nuevo.
Miguel, se quedo fascinado del modo como su jefe encajó la mala
noticia con total serenidad, e incluso con un toque de humor negro en una sonrisa
irónica. Tras unos minutos de pesado silencio Daniel , mirándole a los ojos, se
dirigió a su compañero :! Miguel! , el único tratamiento que me vas a
administrar, será guardar silencio. Los dos sabemos que por nuestra profesión estas obligado al secreto
profesional, pero te lo voy a pedir
además como amigo, como compañero, y como tu jefe al que vas a substituir. No dudo
que tras mi muerte ayudarás a mi familia en lo que necesites y les darás por mí
las explicaciones necesarias, como yo lo haría contigo.
Ahora en África, pasados
dos meses , como en una película, Daniel recordaba cada palabra de aquella
escena con Miguel que había tenido lugar
en su despacho del hospital, tras la cual le vino a la cabeza la vieja historia bíblica de Ezequiel que relataba
la sagrada historia de "Daniel en el foso de los leones" durante el
exilio de los israelitas en Babilonia, pero
su historia…, su propia historia.. acabaría ,a diferencia de la antigua, sin
milagro alguno….
Desnudo en la fresca noche africana, caminaba por la sabana
iluminado por la luna en creciente. Los sonidos de la selva cercana, parecían
el complemento ideal a los aromas suaves y húmedos de la hierba. Cuando llegó un claro,
se arrodilló, trató de poner la mente en
blanco y formar un todo con el entorno. No tardó en oírlos…. venían sigilosos
por el Este, por donde él los esperaba porque la dirección brisa les habría llevado el rastro de su olor….Por fin,
pudo ver agazapada entre los juncos aquella melena negra y rizada, aquella
cabeza majestuosa , aquel brillo astuto de sus ojos y unos enormes dientes
enmarcados por cara arrugada de fiereza. Daniel, no tuvo miedo… suspiró, alzó la cara mirando las estrellas en aquel
cielo casi irreal de las altiplanicies que rodean el valle del Riff y exhibió su blanco cuello a la noche africana……
! Mentiría si dijera que había sufrido!. Solo fue como un
golpe cuando aquellas fauces se cerraron triturando su cuello. Luego….solo placer. La enorme sensación de placer que produce la liberación de endorfinas cuando la
muerte es inminente. Después…. su cerebro fundió satisfecho en negro con la
dulce sensación de pertenecer a "Algo", mejor dicho a un "Todo"…
Al ciclo biológico de nuestra naturaleza
…..