martes, 25 de agosto de 2015

EL ESCALADOR


!Mire Gabriel... compadre..! Yo creo que la vida actual marcada por una sociedad consumista, y alentada por la televisión, las nuevas tecnologías y las redes sociales, nos está haciendo a todos tan parecidos que acabaremos pareciendo clones.

Para este escritor, que siempre ha gustado de lo insólito y lo original del comportamiento humano, va siendo cada vez más difícil encontrar gentes en las que inspirarse. Casi tan difícil, como luego encontrar gente que lo lea o simplemente.. ! que lea !, y no se conforme con imágenes y sonidos que entretienen mucho, pero no crean criterio alguno en sus cabezas...

Por eso, voy a contarle hoy una historia normal y corriente que sucedió hace alguno años y que ahora apenas ocuparía una línea del guión en un noticiario…

Los dos escalaban unidos a una sola cuerda. Ascendían rápido con la euforia de estar coronando la cumbre por aquella difícil pared de granito rojo, casi vertical, cuya orientación al norte la mantenía siempre resbaladiza y traidora y que con razón, los montañeros habían apodado " El Matadero ". Una bota en mal sitio… y ambos cayeron a plomo hasta que Luis, que iba el primero, pudo engancharse a una grieta cortante y Alberto, quedaba colgando  oscilando en el vacío, sujeto a Luis por apenas dos metros de cuerda tensa.

Alberto mirando hacia arriba, fue consciente de inmediato de que Luis, sujeto apenas por los dedos, no iba a poder resistir el peso de ambos e inexorablemente iban a caer los dos. Entonces hizo lo que todo montañero experto estaba preparado para hacer y de un solo tajo de machete, cortó la cuerda y se precipitó al vacío en silencio, para que por lo menos Luis intentara salvarse..

Cuando Luis noto alivio en su espalda y oyó el sordo golpe seguido de un lamento, supo lo que había ocurrido. Pudo trepar hasta arriba y cuando miró al abismo, alcanzó a ver a Alberto aun tendido de espaldas e inconsciente sobre una pequeña cornisa cien metros más abajo….

- !Joder!  ! No me diga Vd. que se mató…!

- !No! !No aun…!, pero, no me sea Vd. impaciente que me está Vd. jodiendo el ritmo y el suspense de la historia..

Pues como le iba diciendo.. mientras Luis corría a avisar a las unidades de rescate, Alberto recuperó la consciencia...lo que sabemos después, lo dictó él mismo en su teléfono móvil narrando así su destino.

Hola…. A quienes me pueda escuchar… Soy Alberto " el tejas."… .y voy a morir… me he partido la columna y mis piernas no me responden. El golpe en el costado me habrá producido roturas en mis vísceras que me desangraran hacia el interior…y con la caída de la noche, ningún equipo de rescate podrá salvarme antes de que el alba ilumine mi cadáver.

No os preocupéis, no tengo dolor y la certeza de mi próxima muerte me da la serenidad necesaria para hacer balance de mi existencia…quiero que sepáis que el montañismo ha sido lo más importante de mi vida, aquello a lo que he sacrificado todo…novia..familia.. hijos no tenidos.., carreras de porvenir brillante… y todo aquello que hace felices a los demás , que siempre parecen haberme tenido por un anormal cuyo comportamiento rozaba lo antisocial…

Nunca me importó nada de eso, siempre ignoré sus opiniones y muero sin que me importen…muero tranquilo como yo mismo habría elegido…en brazos de mi amada, iluminado por la luna llena y arrullado por el ulular del frio viento de las cumbres..

Bueno… tengo que cortar…la vida se va escapando de mi y ya noto en mi interior a mi alma preparar el material para el último ascenso que le queda... ahora mi única preocupación, mi única duda…lo único que me pregunto es..¿ Habrán montañas en el cielo..?

Meses después, casi por casualidad, oí que su compañero Luis, con lagrimas de agradecimiento en los ojos, había ascendido de nuevo hasta aquella cornisa, para dejar la urna de sus cenizas junto a una pequeña losa esculpida con aquellas palabras que Alberto dejó a modo de testamento para que todo el que llegara hasta allí, tomara nota de su ejemplo..

Si amigo Gabriel , Luis murió donde había querido morir…tal vez consolado por saber que sus piernas jamás lo hubieran podido traer de nuevo a estas frías y amadas cumbres..

domingo, 16 de agosto de 2015

DOS LUNAS...

Como todos los años la había seguido con la sucia conciencia de un mirón. Sus encendidos cabellos castaños habían paseado sus reflejos entre los pinos resinosos de la senda, cuyos troncos revirados levantaban ya sus copas doradas brindando entre sí, por el regreso de un sol que ya se despedía….
!Si! Este maduro escritor aburrido, y ocioso y algo extravagante, llevaba casi una docena de estíos espiando el rito anual de aquella enigmática mujer…

Siempre en la noche tibia… Siempre con la luna llena de agosto….. Siempre en aquella cristalina poza entre el cantar de los grillos y el rumor de la pequeña cascada…. y nunca, nunca sin la complicidad del olor los jazmines salvajes que rabiosos por el calor del verano parecían querer embrujarnos mientras al contraluz del cielo claro, dos enormes cipreses negros parecían protegernos como guardianes de cualquier mal de la noche.

Como siempre también, ella no se desnudó enseguida…esperó a que la noche ganara la batalla al color..entonces, repetía su precioso rito…Se desnudaba de aquel vestido ligero y suelto solo cuando el agua le llegaba a las rodillas y lo lanzaba negligentemente sobre los juncos donde quedaba posado como un retazo de bruma… Una vez más como cada estío, lamenté la ignorancia de mi masculinidad sobre la sutileza de los tejidos y la armonía de los colores con los que a veces, casi inconscientemente, se cubren las hembras para sentirse deseables…

Había llegado el momento. Me revolví silenciosamente en mi escondite tras los matorrales que con un gesto mío se apartaron silenciosos y obedientes para ver mejor su desnudez y el espectáculo monocolor de azules que la noche creaba en su cuerpo; Las lomas y los valles… Los rincones íntimos y rizadamente oscuros y las claridades ostensibles…Los cabellos desordenados jugando a vagar por su espalda….Las suaves curvas de sus tiernos hombros … La gracia de la lenta ondulación de sus brazos…y la redondez temblona de sus pechos cuya única dureza parecía percibirse en la carne de gallina que por la frescura del agua, alcanzaba sus pezones…

Por fin…. había llegado mi más esperado momento y el cénit de mis anhelos. Mostró su espalda para dirigirse a lo más profundo de la poza y entonces las pude ver… !! Sus nalgas blancas…!! ! El objeto de mi deseo…!. Aquellas dos cincuentonas maravillas cuya tierna blandura me embrujaban cada año más…La hogaza blanca de su culo cuyas misteriosas curvas se unían y comulgaban en la belleza de una brecha secreta que se combaba con intención de escapar para volver a su cuerpo perdiéndose en la estrechez de su cintura. De verdad…, no exagero si te digo que era otra luna llena en el agua… Parecía como si la moneda de plata del cielo cansada del calor, hubiera bajado envidiosa a bañarse en aquella charca….

! Que no habría dado yo por en posar mi mejilla en aquella acogedora almohada y descansar hasta que ya a la luz del alba, la besara con ternura para despertar a su dueña !

Como siempre… Como cada vez… me marché tan sigilosamente como había llegado. En realidad…. huí asustado de nuevo de la promesa del placer de verla salir llena de reflejos plateados… creo que no hubiera podido resistirlo sin colapsar, creo que no lo podría soportar sin romperme …

miércoles, 5 de agosto de 2015

CANCIÓN TRISTE DE MI CIUDAD

Os voy a contar una historia triste. Si…Una canción triste de ciudad… Tal vez al advertiros, consiga que dejéis inmediatamente de leer esto y tal vez penséis que no esté vuestro ánimo para leer amarguras . Pero.. Si tenéis la valentía de continuar estos renglones, tal vez.. y digo solo tal vez.. encontréis alguna enseñanza como lo hice yo…

Aun no sé porqué... Pero hay experiencias que entran en nuestra alma como un flash o como una flecha de luz y se quedan alojadas allí para siempre marcando nuestro sentido de la vida.

Ocurrió hace años, muchos años, había acabado la carrera, y fascinado por la complejidad de nuestra mente me estaba 
especializan-do en Psiquiatría…La alondra que llevo dentro me tenía estudiando desde las 5 de la madrugada  y ahora, ya al alba, necesitaba un descanso.

Enfilé por los angostos callejones de la metrópolis aun vacía, antes de que el hormiguero humano la invadiera con sus prisas, y puse rumbo al único café que estaba abierto a aquellas horas..

Fue entonces cuando lo vi…bueno…., solo vi un bulto quejoso en el suelo. Estaba tumbado de costado en medio la calleja y los rascacielos acristalados del fondo iluminados por las primeras luces oscurecían sus formas a contraluz.. aquella negrura estaba gimiendo y sollozando a lagrima viva.

Cuando me aproximé en mi camino, vi que tenía los brazos alrededor de su calva, estrujando su cabeza como una tenaza tratando de taparse con desesperación los oídos. Al principio, pensé que se trataba de un sintecho alcoholizado llorando su borrachera y traté de evitarlo dando un rodeo. Pero no, al acercarme un poco más, vi que sus ropas no eran harapos, estaba caído pero no sucio y no había botellas cerca, ni exhalaba el olor fétido y aguardentoso de los mendigos de la urbe..

Pensé que era alguien enfermo, con un inmenso dolor, y como médico, me acuclillé a su lado para auxiliarle..

- ¿ Qué le pasa buen hombre…? ¿ puedo ayudarle..? ¿ quiere que llame a una ambulancia ?

- ! Nooo! ! Déjenme en paz..! !Déjenme en paz Vd. y esas malditas voces que me están destrozando!

¿Voces? a mi cabeza llegó un primer diagnostico, parecía un ataque de esquizofrenia paranoide con su cortejo de amenazantes alucinaciones auditivas…

- ! Mire…! , Permítame que le ayude a levantarse, ahí donde está Vd. y con ésta oscuridad, va a aplastarlo el primer camión de reparto que pase. Además.., si la policía lo ve, se lo va a llevar al calabozo. ! No sabe Vd. como esa gente se las gasta con los desconocidos que merodean los callejones..! !Vamos a tomar algo..! tal vez un café le viniera bien…

Tras insistir un poco, el hombre pareció entrar en razón y se puso en pie trabajosamente con mi ayuda. Las ropas le quedaban grandes y tenía un amplio vacío entre la camisa y el arrugado cuello, revelando lo mucho que había adelgazado.

Aquel hombre no quería tomar nada, solo quería que desaparecieran las voces. Lo acompañe hasta un banco de madera de una plazoleta cercana para alejarlo de los peligros del callejón, y me senté junto a él para intentar calmarlo…

- Pero… ¿ Que le dicen esas voces señor….? ¿ Le amenazan..? ¿ Le quieren matar..?

- ! No me tome por un loco caballero! Soy un hombre culto y no soy un esquizofrénico, son las voces de mi alma, he sido un hombre que ha vivido siempre ignorando a los demás en beneficio propio, no me ha importado la familia, ni la sociedad, ni el dolor de las gentes cuando los pisoteaba, vivía sin escrúpulos, porque no sentía nada más que el placer de dar de comer a mi ego insaciable que nunca tenía bastante. Pero lo que no sabía…, es que Dios no nos hace sin escrúpulos…..! No…! Solo nos permite que los anestesiemos hasta el punto de pensar que no existen… Luego, un buen día, sin saber porque, la anestesia se acaba y cuando miras hacia atrás para ver la obra de tu vida, solo ves desolación, como en el escenario humeante tras el bombardeo en un país de Oriente. Solo víctimas inocentes que lloran , se quejan e imploran ayuda y a las que tú no oído tras tu paso en tú febril camino sinsentido…y que ahora .. que nada tiene remedio, te persiguen sin darte tregua…

Se me cayó el alma a los pies…si hubiera sido locura aun hubiera tenido una esperanza con algún tipo de tratamiento, pero lo de aquél hombre era incurable, ! Era arrepentimiento!.. Solo su propio perdón lo hubiera salvado y él nunca se perdonaría…

Me levanté, y me fui….Duro sí…pero no había ayuda posible, el paciente estaba desahuciado…solo la muerte acabaría con su desesperación. Sería cuestión de horas , días, o semanas…pero al fin sería…

De nuevo la casualidad me llevó junto a él. Apenas habían trascurrido dos días cuando vi sacar su cadáver del rió, lo dejaron inerte junto a la escaleras de piedra del embarcadero del puente viejo. Tenía el rostro sereno, y sus manos blancas y suaves parecían alas de palomas. El azulado del amanecer lo hacía parecer atractivo…su alma atormentada se había llevado con ella toda crispación..

Supe que había sido perdonado, que su arrepentimiento lo había salvado… al fin y al cabo si Dios permite tantos defectos en nosotros no tiene más remedio que absolvernos después…

Si amigos.. Quizás no podáis oír una canción más triste…pero desde entonces… he sabido que hay cosas irreparables y he llevado cuidado de no romper demasiado en mi camino. No es preciso que cuando vuelva la vista atrás vea un valle verde, me conformo con no ver demasiadas victimas…