Lo miró, él estaba trabajando inconsciente de su mirada. No había un
hombre más guapo ni más bien plantado en toda la costa española . Una jubilada
que estaba observando a ambos mientras tomaba el té frente al mar, aburrida , en la terraza del establecimiento
, se
avergonzó de percibir cómo aquella mulata cuarentona y guapa se comía al
joven camarero con sus ojos. La verdad, pensó la mujer , es que el chico
era guapo… nada de apuesto, era guapo.... guapo ; Alto. De ojos verde- oscuro,
con dos abanicos de pestañas negras y rizadas. Tez aceitunada y pelo
corto acaracolado y fino; pero a su entender..! nada era motivo para que una
mujer perdiera la compostura y la vergüenza mirando de ese
modo !.
Lucrecia, sonrió divertida al ver la mirada reprobatoria que exhibía
con indignación aquella cliente claramente escandalizada. !Si supiera que es mi
hijo! !Si supiera que me lo comería de amor de lo orgullosa que estoy de
él!. Si supiera que es lo mejor y lo único bueno que me ha pasado !Si
supiera que él es el premio por el que doy por bueno mi desgraciada vida de
novela…!
Lucrecia había nacido pobre, muy pobre. Su madre la parió sola
en aquel cafetal colombiano. Su familia jamás salió de aquella hacienda
desde que los trajeron de Africa, primero
fueron esclavos y luego libres y apenas pagados pero allí al menos
podían vivir en las plantaciones con sus familias y podían ser
felices con sus cultura y sus cosas.
El trabajo era duro, pero menos duro
que en las minas de esmeraldas y la comida era suficiente. La madre
de Lucrecia había heredado todos los genes del continente negro. A los quince
años su cuerpo de guitarra negrona,
su nariz chata y sus labios gruesos, atrajeron al amo , Don Ramón
, un "españolón" casi puro en su sangre, que con su
madura apostura andaluza, la tomó sin violencia una noche de borrachera y
cumbia. Lucrecia sacó lo mejor de los dos. Su belleza mulata, a la
vez fina y sensual, maravillaba a todos desde muy niña. Su elástico andar, su
piel amelocotonada más que de color canela, tenía el punto azulado del cobre y
su rostro aniñado contradecía un cuerpo que envidiaban las miradas femeninas y,
hasta sin proponérselo, codiciaban las masculinas. Era como el diamante que
siendo carbón al fin y a la postre, era el carbón más fino y escaso.
¿Suerte? !No! Suerte no tuvo; demasiado bella, demasiado rara
para el lugar. Ni completamente negra para vivir integrada con los suyos,
ni completamente blanca para hacer una vida de señorita. Su persona era el vivo
recuerdo de la humillación para sus vecinos y parientes y cuando se hizo mujer,
ya con catorce años, se tuvo que marchar. Lucrecia tuvo que dejar la hacienda y
analfabeta, pobre y guapa , su destino estaba marcado.
Comenzó en el burdel de " la
Aspirina" . Aspirina , una cincuentona, era mulata
también; pero siendo lesbiana, le tomó cariño a Lucrecia
y administró cuidadosamente su carrera y aunque la que compartía con sus
mejores clientes, siempre le evitaba a los borrachos y a los degenerados. Para
su desgracia, al cabo de unos meses Aspirina murió y ,desamparada,
Lucrecia tuvo que volver buscando alguna protección a otro lupanar más
cercano a su pueblo. Ella no se imaginaba que , agazapado como un Jaguar, allí la estaba esperando su destino; su mayor
dicha y a la vez su peor desgracia, porque sin saberlo, como en un
folletín de telenovela, en aquel jodido burdel vino a preñarse de Don
Ramón, su propio padre. Ya era tarde para deshacer el entuerto cuando lo
averiguó por casualidad y con su hijo-hermano creciendo en su seno y sus
quince ignorantes años, emigró a la gran ciudad. Allí fue aprendiendo de la
escuela de la vida y jamás tuvo otro cariño que el ese niño, Lucrecia lo quería
el doble de lo que se puede amar ya que lo quería por hijo y lo quería por
hermano. Unas religiosas, se lo
cuidaban mientras ella ganaba con su cuerpo la plata para educarlo : ! Él,
si que tendría las oportunidades que a ella se le negaron…!
Pero… lo que es la vida.. El día que ella cumplía cuarenta
años , como un ángel venido del cielo de internet, Genaro apareció en la puerta
de su casa con una propuesta de matrimonio. Genaro , un paleto español sin
hijos y ya mayor que estaba podrido de dinero y falto de salud y
compañía. Cuando Genaro la vio, se quedó tan pasmado que no podía hablar. En
menos de una semana Lucrecia ya viajaba con él de vuelta a España en el avión
de Iberia. Pero Genaro la disfrutó poco
tiempo….... !Murió de amor!. A Lucrecia le apenó de corazón no haber podido
ofrecerle algo más, algún cuidado, algún cariño, pero no le dio tiempo de
darle nada. Apenas tres días tras la ceremonia civil…, Genaro murió
de infarto en una noche de sexo apasionado dejándola así heredera universal..
Ahora Lucrecia y su hijo viven en su flamante
Bistro-Rrestaurant " El Cafetal" en la mejor zona de la
costa de Alicante… el chico es listo y un buen empresario y ya es un brillante
Chef de cocina de fusión. Durante el día, como ahora… Lucrecia vive feliz
por primera vez en la vida, pero...
algunas noches…. se desvela en la cama por algo que le inquieta y la tiene algo
celosa…!! Rico y guapo…tendré que vigilar bien que no se me lo lleve
"una lagarta"……!! por Dios…¿ Es
que no puede haber una felicidad completa?.